Greenalia ha puesto en marcha en Teixeiro, en el municipio coruñés de Curtis, una planta de biomasa forestal con una potencia de 50 megavatios tras una inversión de 135 millones de euros.
Según informa la compañía en un comunicado, Greenalia activa la que es la segunda planta de biomasa más grande de España, pero «la primera en tecnología» y «más importante del sur de Europa».
Estima que su funcionamiento generará unas ventas anuales de 37 millones de euros, con unos ingresos recurrentes de más de 1.000 millones de euros a lo largo de 25 años por la venta de energía eléctrica y de 340 millones por el suministro de biomasa forestal para Greenalia Forest, filial del grupo.
La compañía productora de energía renovable ha obtenido el Registro de Instalaciones de Producción en Régimen Especial definitivo y ha solicitado la inscripción «un mes antes de lo previsto», por lo que, desde el 1 de marzo, la energía producida está vendiendo al precio otorgado en la subasta celebrada en 2016.
UN CENTENAR DE EMPLEOS FIJOS
Durante el proceso de construcción, Greenalia indica que se han generado más de 1.000 puestos de trabajo entre empleos directos e indirectos De ellos, unos 100 se mantendrán como fijos, 35 en la planta y el resto en la actividad de recogida de la biomasa.
Tiene capacidad para tratar 500.000 toneladas de restos de corta forestal que se recogerán en bosques certificados en un radio de 100 kilómetros alrededor de las instalaciones.
La planta de biomasa de Curtis es el segundo proyecto de generación de energía renovable de Greenalia. A este se suma el parque eólico de Miñón y le seguirán el resto de los parques eólicos y fotovoltaicos recogidos dentro de su plan estratégico, con el que prevé tener 1GW de potencia instalada en 2023