La CIG ha presentado un informe en el que radiografía la evolución del mercado laboral en Galicia durante el mandato de Alberto Núñez Feijóo al frente de la Xunta desde 2009, en un periodo en el que aumentó la precariedad, se incrementó emigración juvenil y se produjo la «consolidación» de la figura de trabajador pobre.
En rueda de prensa en Santiago, la economista del sindicato, Natividade López, y el responsable de Emprego de la CIG, Fran Cartelle, han mostrado su preocupación por los cambios estructurales en el mercado laboral con un alza «alarmante» de las desigualdades en esta década.
Durante estos años, los salarios gallegos subieron un 5,2%, menos de la mitad de la subida de los precios (+11,8%), lo que se traduce en una pérdida de poder adquisitivo de la clase trabajadora.
En 2009, el peso de los asalariados en el PIB de Galicia suponía el 46,8%, pero ahora supone cuatro puntos menos, del 42,4%. Esto se produce pese a que la cifra global de PIB ya recuperó entre 2016 y 2017 datos previos a la crisis.
El descenso de las personas asalariadas afecta sobre todo a las que cobra más de 1,5 veces el salario mínimo; mientras aumenta entre los que menos cobran. Aquí, se observa que más de 170.000 personas asalariadas tuvieron ingresos que no superaron los 2.174 euros anuales.
Como muestra del avance de las desigualdades, la CIG expone que los ingresos de las personas con un salario medio superior en 10 veces al SMI aumentaron un 40%, frente a la subida solo del 11,7% en los ingresos de aquellos que cobran la mitad del SMI.
PÉRDIDA DE JÓVENES Y PRECARIEDAD
Uno de los puntos sobre los que llama la atención la CIG es acerca de la pérdida de jóvenes en la Comunidad, en donde destaca la especial afectación de la emigración.
El hecho es que los menores de 40 años en Galicia son en la actualidad 212.400 menos que en 2009, con una estructura demográfica más envejecida.
Todo ello, en un contexto de precariedad en el cual un 47% de los contratos registrados en Galicia duraron menos de un mes en el último año. Y es que solo un 8,3% de los más de un millón de contratos realizados en Galicia fueron indefinidos.
Otra cuestión que resalta la CIG sobre la evolución del empleo es que desde 2009 se destruyeron en Galicia casi 11.000 empleos públicos, 3.400 de ellos en el último año.
URGEN REFORMAS
De tal forma, Fran Cartelle urge a tomar medidas para crear empleo de calidad, terminar con la desigualdad de género y «hacer todo lo contrario a los últimos años».
En este sentido, llama a la derogación de las últimas reformas laborales, pues considera que solo sirvieron para «abaratar» los despidos y rebajar los salarios.
Entre las actuaciones a realizar, Cartelle también pide acabar con «el fraude masivo» de contratos temporales, incrementar el salario mínimo hasta los 1.200 euros, realizar una fiscalidad más progresiva, así como intensificar la inspección laboral.