La armadora noruega Havila, que contrató la construcción de dos cruceros en el astillero vigués Hijos de J. Barreras, ha confirmado que, tras la paralización de esos trabajos por los problemas derivados de los sobrecostes y la crisis que atraviesa la naval gallega, los dos buques serán construidos por el astillero turco Tersan.

Según ha comunicado la propia armadora, Havila Voyages ha firmado un contrato con Tersan para la construcción de los dos últimos buques de su ruta costera, y los trabajos comenzarán «en unas pocas semanas», con la previsión de que se entreguen a finales de 2021″. A partir de entonces, la naviera podrá operar cuatro barcos en la ruta entre Bergen y Kirkenes.

Asimismo, ha precisado que «la construcción de los dos buques en el astillero español Barreras se detuvo debido a los problemas financieros» de la empresa. Con la adjudicación de éstos, Tersan será el encargado de construir esas cuatro embarcaciones previstas por la armadora noruega (ya había sido adjudicataria de dos de las unidades).

El director ejectivo (CEO) de Havila Voyages, Arild Myrvoll, ha valorado que Tersan tiene la «capacidad de comenzar el proceso de construcción pronto», y dispone de toda la documentación y la «experiencia» de la construcción de los dos primeros barcos. Asimismo, ha señalado que el astillero turco cumple los cronogramas y su trabajo es de «alta calidad».

CONTRATOS FRUSTRADOS EN VIGO

Havila contrató en 2017 la construcción de dos ‘minicruceros’ en el astillero vigués Hijos de J. Barreras, por casi 300 millones de euros, pero los trabajos se paralizaron al cabo de unos meses de haber empezado por errores en el diseño de las unidades y los sobrecostes que implicaban.

En noviembre de 2019 el astillero vigués, en pleno proceso preconcursal y acuciado por una crisis accionarial que aún no se ha resuelto, suspendió los contratos con la armadora noruega, como medida de precaución para evitar un mayor quebranto con la ejecución de las garantías de reembolso depositadas (casi 37 millones de euros).

En todo caso, fuentes del comité de empresa trasladaron varias veces su esperanza de que esos contratos pudieran retomarse, y señalaron que había «negociaciones» para reactivar esos encargos, condicionadas a que Havila pudiera conseguir financiación.

Finalmente, la armadora ha confirmado la adjudicación de los barcos al astillero turco y ha apuntado que, «a pesar de la incertidumbre de la situación con respecto al astillero Barreras», tiene «suficiente capital» y crédito «aprobado» para finaciar esas cuatro unidades en Tersan.

Según Myrvoll, los «problemas financieros de Barreras» y la suspensión de los contratos han generado «desafíos» a Havila. Así, dos de los nuevos buques (los encargados inicialmente a Tersan) ya podrán operar desde principios de 2021 pero, mientras se terminan los otros dos barcos, la naviera buscará embarcaciones que los sustituyan proporcionando un servicio «bueno y seguro».

INVESTIGACIÓN DE LA ENTRADA DE PEMEX

La pérdida definitiva de estos contratos apuntala la crisis del astillero vigués que, controlado ahora por Cruise Yacht 1 Lted (la naviera de Ritz Carlton), ha logrado eludir el concurso tras presentar un plan de reestructuración y alcanzar un acuerdo con las auxiliares para que éstas le den una prórroga de 3 meses y pueda articular un plan de pago de la deuda.

Asimismo, coincide con la detención, en las últimas horas, del exdirector general de la petrolera mexicana Pemex (accionista mayoritaria del astillero vigués a través de su filial PMI), Emilio Lozoya, investigado por la Fiscalía General de México por varios casos de corrupción.

Según declaraciones del responsable de la Unidad de Inteligencia Financiera del país azteca, Santiago Nieto, Emilio Lozoya podría enfrentarse a nuevos cargos, ya que este organismo está recabando información para llevar ante la Fiscalía la operación de compra de Barreras, del que fue impulsor, y que supuso pérdidas de 50 millones de euros para Pemex.