El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha defendido la utilidad y «rigor» de las inspecciones para «proteger a los consumidores» y, en relación a la alerta sanitaria que afecta a la empresa láctea Casa Macán, a la que se ha paralizado la producción de forma temporal con la retirada de sus productos del mercado, ha esgrimido que puede presentar alegaciones.
Tras el Consello, preguntado sobre la situación de Casa Macán y acerca de si deberían reforzarse las inspecciones sanitarias, el presidente ha respondido que «todas las industrias» están sometidas a lo que dictan las normativas gallega, estatal y europea, y ha incidido en la «máxima diligencia e intensidad» en las cuestiones que atañen a la salud pública.
Sobre el caso concreto de Casa Macán, ha señalado que desconoce el expediente, así como el «alcance y contenido» de las irregularidades que se le atribuyen a la industria. De ella, ha señalado que, como cualquier otra que se vea en una situación similar, tiene «un plazo de alegaciones para contestar».
«Pero los requerimientos están hechos», ha remarcado y ha añadido que el «objetivo fundamental» es «proteger la calidad de los productos gallegos». «A veces (las inspecciones) pueden dar algún disgusto a medio o corto plazo, pero tienen más ventajas que inconvenientes», ha defendido.
«Lamento la situación, pero la inspección sanitaria actúa con independencia y rigor; y esta quesería puede presentar alegaciones. La Inspección actuó para proteger a los consumidores, la marca Galicia y la propia industria. Y para evitar males mayores si saliesen lotes contaminados al mercado. El expediente está notificado y la inspección siempre actúa con criterios de rigor», ha zanjado.