La Xunta ha señalado la necesidad de que el astillero vigués Hijos de J. Barreras garantice la carga de trabajo y alcance un acuerdo con las empresas auxiliares como condiciones para prestarle su apoyo tras una reunión mantenida con entidades de la industria naval.
Según ha trasladado la Consellería de Economía, Emprego e Industria, el encuentro, celebrado este miércoles, ha contado con la participación de representantes de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime) y el Clúster del Naval Gallego (Aclunaga).
En ese contexto, el Gobierno gallego ha insistido en que el sector naval es «estratégico» para esta administración, por lo que se ha comprometido a «formar parte de la solución» para la situación de Barreras. Sin embargo, ha condicionado su apoyo a que la empresa garantice la carga de trabajo y alcance de un acuerdo con la industria auxiliar.
En ese sentido, el Ejecutivo autonómico ha remarcado la necesidad de aportar «estabilidad a corto, medio y largo plazo» al astillero vigués. De este modo, ha reiterado que el apoyo financiero no se concederá mediante ayudas a fondo perdido y lo ha limitado a un escenario en el que se presente «un proyecto viable que tenga en cuenta a los trabajadores y a la industria auxiliar».
Asimismo, en la reunión, la Xunta recordó que a finales del año pasado se puso una línea de crédito a disposición de las empresas auxiliares mediante la que se han concedido 17 préstamos por valor de más de 9,5 millones de euros.
SITUACIÓN DEL ASTILLERO
Esta reunión ha tenido lugar días después de que se presentase en el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, el acuerdo de reestructuración que ha permitido a Barreras eludir la entrada en concurso de acreedores.
De este modo, la sociedad Cruise Yacht 1 Ltd asumió el sobrecoste del crucero ‘Evrima’, que había encargado al astillero, además de tomar el control de Barreras gracias a la cesión de los derechos políticos realizada por Pemex y Albacora, que representan el 75% del accionariado, y a un acuerdo alcanzado con la banca y Cesce.
Mientras, la industria auxiliar, que todavía no ha retomado los trabajos en las gradas de Beiramar, ha dado un plazo de tres meses a Barreras para saldar la deuda contraída, que se estima en más de 20 millones de euros.
Por su parte, Pemex busca deshacerse sus acciones, que representan un 51 por ciento del total, y recuperar los 5,1 millones de euros que le costaron y otros 8 millones que depositó en garantías.