La Xunta de Galicia ha celebrado este lunes el acuerdo de refinanciación que permitirá al astillero vigués Hijos de J. Barreras eludir el concurso, pero ha advertido de que aún «queda por recorrer el camino más difícil» para garantizar la viabilidad futura de la empresa, y ha insistido en que apoyará al astillero si tiene ese proyecto de futuro «más allá de la construcción de un barco concreto».
Así lo ha trasladado, a preguntas de los medios, el vicepresidente del gobierno gallego, Alfonso Rueda, quien ha señalado que el acuerdo presentado ‘in extremis’ en el juzgado Mercantil es una «buena noticia», en tanto que permite salvar «un momento crítico».
No obstante, Rueda ha matizado que Barreras está ahora «en el principio de la solución», pero «queda un camino largo» en el que «lo que importa es la viabilidad», más allá de que se acabe el buque ‘Evrima’, propiedad de la naviera de Ritz Carlton (Cruise Yacht 1 Ltd).
Según el vicepresidente del Ejecutivo autonómico, «la Xunta va a estar en la solución» si existe ese proyecto de futuro y, de hecho, ha incidido, es la única administración que ya ha apoyado económicamente a los agentes implicados, en este caso, a la industria auxiliar (con créditos concedidos por más de 10 millones de euros). «El primer ‘round’ está salvado (…), pero queremos una solución que valga para el futuro», ha incidido Alfonso Rueda.
«AUSENCIA TOTAL DE LA XUNTA»
Por su parte, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha constatado que, gracias al paso dado en las últimas horas, «se ha evitado el desastre», pero ha criticado que el acuerdo ha tenido como «actores» públicos al Gobierno de España y al CESCE, y no a la Xunta, cuya «ausencia» es «total». «Esto es un drama. Que la Xunta, que tan preocupada parece en algunos procesos industriales de otras partes de Galicia, no presta la más mínima atención a la crisis de Barreras, el astillero civil más importante de Galicia, al que la Xunta parece ni conocer», ha censurado el regidor
Caballero ha recordado que, cuando se fraguó la entrada de Pemex en el accionariado de Barreras, el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, «estaba todo el día metido en Barreras» y ahora «parece que no existe» el astillero para él.
«EL ÚNICO PLAN SOBRE LA MESA»
Mientras, el secretario general de Asime y portavoz de Uninaval (plataforma que aglutina a la mayoría de empresas auxiliares acreedoras de Barreras), Enrique Mallón, ha expresado su satisfacción por el acuerdo alcanzado entre Ritz Carlton, Pemex, Albacora, la banca y el CESCE, y ha recordado que éste era «el único plan que había sobre la mesa».
Mallón ha trasladado su confianza en que el acuerdo de refinanciación y la reestructuración de Barreras permita reactivar cuanto antes la actividad en la grada de Beiramar para finalizar, «como mínimo», el crucero de Ritz Carlton, y se ha mostrado «confiado» en que «habrá más proyectos».
Asimismo, ha señalado que espera que el acuerdo sirva para que las auxiliares puedan cobrar los más de 25 millones de euros que se les deben, y ha avanzado que algunas de esas empresas ya han «activado» sus planes de construcción porque «van a ser llamadas» para volver al trabajo en el astillero.
Finalmente, el secretario general de Asime ha abogado por no «descartar» los contratos de Havila y del Grupo Armas, y ha pedido que se analice su rentabilidad y haya un acercamiento «de nuevo» a los armadores para retomar los proyectos.
Por su parte, el director de la feria Navalia y vocal de la junta directiva de Aclunaga, Javier Arnau, también se ha referido a Barreras y, en declaraciones a los medios tras mantener una reunión con el alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha reconocido que es «bueno» para el sector que se despeje la situación del astillero.
A ese respecto, ha señalado que las «buenas noticias» ayudan a que los expositores de la feria «se relajen» y «se vea que el sector tiene pedidos hasta finales de la década». «A largo plazo no soy capaz de aventurar nada, pero a corto plazo se ha llegado a una solución y es lo importante a día de hoy», ha sentenciado.
SINDICATOS
Finalmente, los sindicatos CIG, UGT y CC.OO. han señalado que, al margen del acuerdo que permite eludir el concurso, quedan «muchas incógnitas» por despejar.
Así lo ha manifestado el portavoz de Industria de CC.OO. en Vigo, Celso Carnero, quien ha apuntado que «estaba claro que esto no se iba a arreglar en 15 días como decían algunos». «Echamos en falta a la Xunta, que sigue de perfil, y echando la culpa a otros no se arreglan las cosas. Todas las partes se tienen que implicar, porque si no, perdemos todos», ha añadido.
Mientras, el responsable comarcal de Industria de la CIG, Xulio Fernández, ha advertido de que el acuerdo de refinanciación «soluciona algo concreto, pero no lo que queda por venir». «La Xunta es la máxima responsable y tiene que hacerse con el control de la empresa, para que no sean las auxiliares las que acaben pagando», ha afirmado.
Rubén Pérez, de UGT, ha reconocido que el acuerdo alcanzado ‘sobre la bocina’ para evitar el concurso era «imprescindible pero no suficiente», porque se evita esa liquidación y permite reanudar la actividad, «pero no resuelve la situación de medio y largo plazo».
«Esperamos que las gradas se puedan volver a llenar de trabajadores lo antes posible, pero no debemos dar por perdidos los otros contratos», ha apostillado.