La mayoría del comité de empresa de la compañía Leche Celta en Pontedeume (A Coruña) ha denunciado este miércoles una «maniobra» por parte de dirección de la compañía para neutralizar la negociación del convenio colectivo en su planta situada en Andrade y forzar la implantación de un convenio laboral a nivel de grupo, lo que, a su juicio, busca «sacar del medio» al comité de empresa que está liderado por la CIG, con seis delegados, por tres de UGT.
María José Vizoso, presidenta del comité de empresa de Pontedeume, ha explicado que la empresa busca ahora una negociación a nivel grupal que afectaría a este centro y a los de Meruelo (Santander), Ávila y una oficina en Barcelona, a pesar de que cada planta tiene estructuras y convenios con vigencias diferentes.
«Lo que pretenden ahora es hacer ese tipo de negociación a nivel grupal, pues nos quieren sacar de este ámbito, un comité que siempre se definió por la lucha y por los derechos de todos los compañeros,» ha declarado Vizoso.
Fran Cartelle, representante de la Federación de Servicios de la CIG en Ferrol, ha precisado que la empresa busca negociar un convenio que afecte a un grupo de compañías, como son Leche Celta SLU, Iberleche y Lactogal Productos Alimentares.
Cartelle ha confirmado que la CIG ha presentado un conflicto colectivo en el juzgado para que se reconozca la unidad de negociación de Pontedeume como única válida, ya que, según argumenta el sindicato, la ley prohíbe negociar un nuevo convenio que afecte a un ámbito en el que ya existe un convenio colectivo estatutario y en vigor.
MENOR CAPACIDAD NEGOCIADORA
El sindicato ha explicado que el centro de Pontedeume es el único que posee un convenio colectivo estatutario (con carácter de ley), mientras que los demás centros tienen únicamente «acuerdos de empresa» contractuales.
Ambos representantes han señalado que la principal preocupación reside en que, al pasar a una negociación grupal, la plantilla de Pontedeume, que ahora tiene el 100% de capacidad de decisión sobre su convenio, «pasaría a tener solo alrededor del 30% del peso negociador total».
Cartelle ha detallado que en conflictos anteriores (como el de 2012 por una inaplicación salarial), las plantas de Santander y Ávila «actuaron como esquiroles» al envasar leche que no se podía producir en Pontedeume durante las huelgas.
Además, María José Vizoso también ha acusado a miembros del comité por UGT, que cuenta con tres delegados de los nueve en total, de «hacer más mal que bien» al difundir información errónea sobre supuestos salarios más altos en otras plantas.
El comité ha convocado asambleas en el centro de trabajo a partir de este jueves, 30 de octubre, para informar al personal y definir las acciones a seguir, reiterando que «no hay convenio sin lucha».

