Las secciones sindicales de la CIG en el BBVA y en el Banco Sabadell han valorado positivamente el hecho de que finalmente no saliera adelante la OPA hostil del BBVA sobre el Banco Sabadell, un proceso que, tal y como han señalado, «habría afectado a numerosos puestos de trabajo».
«Desde mayo de 2024 el personal de estas dos entidades estuvo sometido a un grado de incertidumbre inaudito sobre su futuro, pues en esa fecha el BBVA se había dirigido al Banco Sabadell para proponerle una fusión que a buen seguro supondría un durísimo nuevo golpe al empleo», ha relatado la central sindical en una nota de prensa.
En este sentido, ha recordado que ya en el año 2021 los puestos de trabajo «se vieron reducidos considerablemente» a través de procesos de despidos colectivos en los dos bancos y ha incidido en que «a este primer intento de fusión se sumó, meses más tarde el anuncio de la OPA hostil del BBVA sobre el Sabadell».
Así, la CIG ha destacado que rechazó tanto la fusión como posteriormente la OPA, «pues se preveía que una de sus consecuencias sería la destrucción de millares de empleos con nuevos cierres de oficinas bancarias».
Además, ha insistido en que esta operación «provocaría aún más concentración bancaria en el Estado, dificultando el acceso de la clientela a los servicios bancarios, reduciendo más la competencia y el acceso al creto tanto para particulares como para empresas».
Con todo, la representación sindical ha subrayado que desde el momento del anuncio de la operación financiera los trabajadores «sufrieron una presión salvaje aún mayor que la habitual».
Todo ello con el objetivo de incrementar la venta de productos financieros y la consecución de unos objetivos comerciales cuyos resultados serían presentados por la dirección de los bancos a las juntas de accionistas, «con el objetivo de anunciar obscenos beneficios de dos dígitos».