La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha reclamado ayudas directas y «medidas concretas» que respondan a las necesidades de los agricultores y ganaderos afectados por la ola de incendios que está asolando España, al tiempo que ha solicitado participar en el Pacto de Estado ara la mitigación y adaptación a la Emergencia Climática para abordar este «gran desafío» que afecta al conjunto de la sociedad y, especialmente, a las explotaciones agrícolas y ganaderas.
En concreto, la organización agraria recuerda en un comunicado que los datos preliminares del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS), pendientes de confirmación por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, apuntan a que 2025 podría convertirse en el año más devastador en materia de incendios forestales en España de los últimos 30 años, ya que hasta la fecha, los incendios, muchos de ellos aún activos, han arrasado más de 380.000 hectáreas.
En esta complicada situación, UPA ha lamentado «profundamente» las pérdidas humanas y materiales, por lo que hace una llamada a la precaución a las personas afectadas por los incendios vivos, para salvaguardar sus vidas «por encima de todo».
Asimismo, ha exigido una «total y absoluta» implicación por parte de todas las administraciones en la gestión y disposición de todos los medios y recursos posibles para que ningún territorio, por pequeño que sea, quede desamparado. «Ahora toca estar todos a una y no en enfrentamientos que no conducen a nada», ha señalado el secretario general de UPA, Cristóbal Cano.
Ante esta difícil situación, UPA ha puesto a disposición de los agricultores y ganaderos de todo el país su red de oficinas donde se facilitan servicios de apoyo y orientación para hacer frente a las consecuencias de esta tragedia.
VE ACERTADA LA PROPUESTA DEL GRAN PACTO DE SÁNCHEZ
Por otro lado, UPA ha calificado de «muy acertada» la propuesta anunciada por el Presidente del Gobierno de un gran Pacto de Estado para la mitigación y adaptación a la Emergencia Climática. «Somos unos auténticos convencidos de la necesidad de abordar este gran desafío que afecta al conjunto de la sociedad, pero de manera especial a nuestras explotaciones agrícolas y ganaderas», ha señalado Cano.
En este sentido, y como gestores de un amplio porcentaje del medio natural en el que afecta de manera fundamental la emergencia climática, la organización condidera «indispensable» su participación, por lo que ha solicitado a la Vicepresidenta Tercera su presencia entre las organizaciones y colectivos que formen parte de este pacto de Estado para aportar toda la experiencia y conocimiento y así enriquecer las mesas de debate y trabajo que deriven del mismo.
PIDE AYUDAS DIRECTAS A AFECTADOS Y ALIMENTO Y AGUA PARA EL GANADO VIVO
No obstante, la prioridad en la actualidad es conseguir que el fuego desaparezca del territorio salvaguardando la integridad de quienes están inmersos en los mismos y, aunque todavía es pronto para evaluar el alcance total de los daños, ve necesaria una reacción a la altura de esta tragedia por parte de las administraciones junto a la puesta en marcha de medidas concretas que respondan a las necesidades de los afectados.
Así, entre las medidas necesarias en estos complicados momentos destaca la provisión de alimento y agua de «forma urgente» para los animales que han sobrevivido a los incendios, ayudas directas para agricultores y ganaderos afectados y la revisión de las restricciones autonómicas que impiden el pastoreo en terrenos incendiados durante largos periodos.
«Estamos ante un panorama desolador. Si no se actúa, las consecuencias para miles de familias rurales serán irreparables», ha subrayado el secretario general de UPA.
Por último, UPA ha recordado que detrás de la proliferación de los incendios hay factores que llevan años agravándose como es la reducción de la ganadería extensiva, clave para el mantenimiento del territorio; la falta de gestión eficaz en prevención, que ha dejado al campo en situación de vulnerabilidad y el cambio climático, una amenaza cada vez más evidente.
La organización agraria ha denunciado, sobre todo, el abandono de las explotaciones familiares y lamentado la falta de políticas de apoyo a este modelo productivo, lo que ha provocado que amplias áreas rurales queden desprotegidas y sin el mantenimiento que podría frenar la propagación del fuego y en zonas de montaña y terrenos pronunciados de difícil acceso, esto es especialmente visible.