La Xunta saca a información pública el proyecto de Mina Doade, en el municipio ourensano de Beariz, uno de los 47 declarados como estratégicos por la Comisión Europea para la explotación de materias primas. Está impulsado por Recursos Minerales de Galicia (empresa propiedad de la aragonesa Grupo Samca), que ha destinados 10 millones hasta la fecha y prevé una inversión global de 120 millones de euros.
Según el anuncio publicado por el Diario Oficial de Galicia (DOG) este viernes, los interesados tendrán un plazo de un mes para presentar alegaciones a esta futura mina para extraer litio.
La compañía prevé generar 320 puestos de trabajo, entre directos (100 empleos) e indirectos (220 empleos). Se estima que la vida inicial de Mina Doade será 42 años, durante los que se extraerán 17,3 millones de tonelada de minerales.
Los documentos sometidos a exposición pública –con más de 8.700 páginas– son los siguientes: proyecto de explotación en 17 cuadrículas mineras; planta de concentración –que describe las instalaciones industriales de superficie y un plan de gestión de las aguas que incluye una planta de tratamiento–; plan de restauración, con garantías financieras, una vez terminada la explotación; estudio de impacto ambiental; así como un informe de viabilidad financiera.
A partir de ahora, la empresa quiere constituir una mesa de diálogo con los actores locales interesados en el proyecto: comunidades de montes, asociaciones vecinales, corporaciones locales. Esta propuesta ha sido trasladada al Ayuntamiento de Beariz y a la Xunta para que «lideren su puesta en marcha».
BUSCA LITIO
Esta mina en el monte de Doade, parroquia de Xirazga, municipio de Beariz, abarca una superficie de 13,6 hectáreas en terrenos que son propiedad de la comunidad de montes vecinal Lama, Cega e Bisticobo. El permiso de investigación (PI) Alberta I (1ª fracción) abarca municipios pontevedreses y ourensanos de Cerdedo, Forcarei, A Lama, Avión y Beariz. Se trata de una amplia extensión de terreno (1.690 hectáreas) en la que la Administración gallega ha autorizado a Recursos Minerales de Galicia a tomar muestras y explorar el subsuelo hasta 2025.
La roca objetivo de esta mina es la pegmatita, rica en minerales de litio, de la que se obtendrán además concentrados de moscovita y concentrados de feldespatos para cerámica.
Los principales usos de litio es la fabricación de baterías recargables para movilidad eléctrica y dispositivos portátiles, uno de los metales más demandados para la descarbonización de la energía. Se emplea en la industria de la cerámica y el vidrio, en la fundición del acero, además de ser componente esencial en la fabricación de lubricantes, entre otros.
El proyecto está diseñado para producir al año 93.000 toneladas de concentrado de minerales de litio. Así, se extraerá roca dura en una mina subterránea (una pegmatita con minerales ricos en litio), una roca que se transformará por medios físicos (triturado, flotación) en la misma boca de la mina.
La empresa prevé que, toda vez consiga el permiso de explotación, iniciará en 2026 la excavación de la mina y la construcción de la planta de procesado de minerales, con la incorporación de trabajadores y contratación de proveedores para las obras.
El calendario con el que trabaja Recursos Minerales de Galicia es que en 2028 se inicie la extracción de mineral, unas 500.000 toneladas al año, que se procesará y se enviará a puertos cercanos.
USO DEL AGUA
Entre los tres documentos publicados la empresa figura un análisis ambiental en el que se analiza el impacto sobre el agua, uno de los puntos más polémicos del proyecto que llevó hace unos años a que se denegase una mina en la misma zona. Así, se apunta que durante la construcción de las plataformas necesarias se estima un reducción en los caudales de tres afluentes que serán del 9,3%, 4,1% y 2,2%. Asegura que «el impacto es local, no afectando apreciablemente el sistema fluvial de Porto de Anta».
En ese análisis hídrico apunta que los «efectos sobre el almacenamiento de agua subterránea son locales y no alcanzan áreas fuera del entorno inmediato de la mina». En cuanto a los vertidos, la promotora sotiene que serán «compatibles con los valores límite de emisión que exige el organismo de cuenca, en este caso Confederación Hidrográfica del Miño Sil», por lo que «se va a llevar a cabo la instalación de una planta de tratamiento de aguas en la que se va a desarrollar un sistema físicoquímico de tratamiento adecuado a las características del agua a tratar».
Defiende que el punto de vertido considerado «se encuentra suficientemente lejos de la playa fluvial (1,5 kilómetros), por lo que el impacto no es significativo».
Además, la empresa esgrime un asesoramiento del grupo Aquaterra, de la Universidade de A Coruña, para «una gestión responsable del agua».
OPOSICIÓN A LA MINA
Este proyecto ha suscitado el rechazo de colectivos vecinales como SOS Suído Seixo. Igualmente, el Sindicato Labrego Galego, la Plataforma Mina Touro-O Pino Non y Ecoloxistas en Acción Galiza mostraron su negativa a la inclusión de la mina de Doade en la lista de proyectos estratégicos de la Comisión Europea por los «desproporcionados impactos que tendría la reapertura de estas instalaciones de extracción de litio», al tiempo que denuncian «oscurantismo y falta de transparencia» en esta decisión.
Alertan de «un nuevo intento de priorizar el lucro» de empresas extractivas y energéticas «por encima de los derechos humanos y sociales», dado los «importantes perjuicios medioambientales» del proyecto.
Exponen que, en el año 2014, el Instituto Geológico y Minero de España «advirtió en uno de sus informes de la posibilidad de formación de aguas ácidas de mina y de la propia documentación presentada en el marco del proyecto Alberta I por la empresa solicitante en ese momento se desprenden que minerales radiactivos como el cesio o el rubidio serían extraídos, machacados, depositados en escombreras al aire libre y sujetos a disolución, bombeo e inyección a cauces superficiales y contaminación de acuíferos, todo eso a menos de un kilómetro de dos núcleos de población».
Estas entidades alertan de que la «tramitación de esta explotación minera como proyecto estratégico permitirá a la empresa «beneficiarse del aceleramento de la tramitación, para lo cual se acortarían los plazos de exposición pública en los cuales el vecindario afectado podría consultar y alegar a la reapertura de la mina». «También le permitiría a Recursos Minerales de Galicia beneficiarse de la expropiación forzosa de las tierras acaparadas por el proyecto, de más de 13 hectáreas en los montes propiedad de la comunidad vecinal Lama, Cega y Bisticobo».
En recientes respuesta al BNG, el Gobierno central defendió el proyecto de Mina Doade ha «justificado su solvencia técnica, económica y medioambiental»; al igual que la Comisión Europea concluyó que el proyecto «se ejecutaría de manera sostenible».
La promotora defiende que este proyecto de Mina Doade «solo se parece al anterior», que fue desechado ambientalmente, «por la zona en la que está y que también era de mina de interior». «Es un proyecto nuevo, totalmente diferente, con un diseño de mina y de planta nuevo para asegurar la no afección a las aguas y la aplicación de las mejores técnicas disponibles en este momento».
En la comparativa entre ambos proyectos se observa que las cuadrículas mineras que abarcan se reducen de 60 a 17.
Más allá de esta mina en Beariz, la Comisión Europea también ha seleccionado otros dos proyectos de litio al norte de Portugal, próximos a la frontera con Galicia, en su plan de tierras raras. Se trata de Mina Romano, en el municipio de Montealegre, y la mina de Barroso, en el municipio de Boticas.