La Comisión Europea ha presentado este miércoles su propuesta para el nuevo marco financiero plurianual (MFP) para el periodo de 2028-2034, que recorta en cerca de un 25% la asignación de la Política Agraria Común (PAC) a partir de 2027 en comparación con el anterior presupuesto a largo plazo, ya que rebaja esta partida de unos 400.000 millones a un mínimo de 300.000 millones.
Así lo ha explicado este miércoles el comisario europeo de presupuestos, Piotr Serafin, quien ha presentado el plan de Bruselas para las cuentas de los próximos siete años ante la Eurocámara a la vez que la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, revelaba la propuesta ante los medios.
Bruselas plantea en su nueva propuesta suprimir, a partir de 2027, las ayudas del segundo pilar de la PAC, es decir, aquellas enfocadas al desarrollo rural y que están cofinanciadas con fondos regionales y nacionales, y salvar únicamente las consideradas ayudas directas, que en el ejercicio actual sumaron 400.000 millones de euros y pasarían a un techo de 300.000 euros que los gobiernos podrían completar con sus planes nacionales.
El total del presupuesto, que se mantiene en unos 2 billones a precios corrientes, recoge un aumento del gasto en defensa en detrimento de un recorte de la asignación de la PAC el mismo día en que agricultores y ganaderos europeos se han citado para protestar por la rebaja a las puertas del edificio principal de la Comisión en Bruselas.
Mientras, el techo de gasto pasa del 1,13% del PIB del bloque al 1,26%, aunque un 0,11% de ese colchón se destinará a repagar la deuda generada por los planes de recuperación y resiliencia.
«Lo que hemos salvaguardado son los pagos de las ayudas directas a los agricultores. Se trata del 80% o el equivalente a 300.000 millones de euros. Es una parte que está claramente salvaguardada y asegurada. Con los planes de asociación nacionales y regionales, hay potencialmente mucha más financiación accesible», ha explicado Von der Leyen en rueda de prensa.
Según ha apuntado la política alemana, lo que busca la Comisión es asegurar es que esta financiación sea «mucho más específica, esté mucho más centrada y que llegue más rápido y sea mucho más transparente». «La agricultura se beneficiará de ello», ha incidido, pese a la rebaja de esta partida.
La presidenta del Ejecutivo comunitario también ha destacado que nunca pone «líneas rojas» y ha recordado que este es sólo «el principio del proceso», ya que «quedan por delante un año y medio o dos de negociaciones» con el Parlamento Europeo y el Consejo.