La Asociación de Industrias del Metal y Tecnologías Asociadas de Galicia (Asime) ha abordado la situación del sector en su asamblea general anual, donde se ha reivindicado que en la actualidad la industria ya ronda los 60.200 empleos en la Comunidad tras crecer un 3% en 2024.
Tal como han destacado en la reunión, el sector vive un momento de «elevada carga de trabajo», siendo la seguridad y la defensa, la eólica marina y todo lo relacionado con lo aeroespacial los tres vectores de negocio para abrir nuevos mercados.
«El sector se encuentra en un buen momento, con una elevada carga de trabajo que supera el 90% de capacidad productiva ocupada», ha subrayado el presidente de Asime, Justo Sierra, quien ha indicado que la facturación subió un 10% el año pasado, mientras que el empleo se incrementó un 3%.
«El empleo podría haber subido incluso más en 2024, pero no lo hace porque no se encuentran personas para trabajar en el sector. Actualmente, más del 50% de nuestras empresas tiene necesidades de personal de mayor o menor urgencia que no están siendo capaces de cubrir», ha subrayado Sierra.
Precisamente este uno de los «grandes retos» de la industria del metal en Galicia, la búsqueda de profesionales, así como la relocalización de industrias clave, mejorar en innovación y seguir diversificando productos, «todo en un escenario geopolítico de incertidumbre internacional».
EXPORTACIONES
Asime ha destacado que 2024 también fue un año de balanza comercial positiva. A diferencia del conjunto de España, el sector metal en Galicia continuó creciendo en exportaciones, con un crecimiento del 5%, con la Unión Europea como el mercado prioritario.
«Por tanto, la afectación de los aranceles de Trump no se prevé tanto de forma directa, ya que solo representa en torno al 4% de nuestra exportación, como sí de forma indirecta por las piezas de automoción que vendemos a países como Alemania, que sí son exportadores directos a Estados Unidos, o por los gravámenes ya implantados para el acero y el aluminio», ha añadido la asociación, según recoge en un comunicado.
Para 2025, las perspectivas son «optimistas», apuntando nuevamente hacia la eólica marina o la industria de defensa y aeroespacial. Al respecto, Asime ha pedido un «precio energético competitivo» que, a su juicio, pasa por inversiones decididas en renovables.