El conselleiro de Facenda, Miguel Corgos, insiste en que la quita de deuda que propone el Gobierno central «no es buena» para Galicia «ni en la forma ni en el fondo».
En el pleno del Parlamento, Noa Presas (BNG) ha cuestionado «cuándo va a dejar la Xunta de hacer el ridículo» con el rechazo a la quita de más de 4.000 millones de euros de deuda, puesto que «saben que van a tener que aceptar la quita de la deuda tarde o temprano». Exige que defiendan los intereses de los gallegos «en lugar de las siglas del PP en el Estado», ya que reduce al Gobierno gallego a una «sucursal de Génova».
Así, Presas ha recriminado a Corgos la «performance cutre» que lideró con los consejeros populares de Hacienda en el plantón del último Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), así como que la Xunta solo se reuniese por videoconferencia el pasado 21 de abril con el Ministerio de Hacienda durante solo tres minutos –se quedaron «herniados», ha afeado– en vez de apostar por una negociación con sus reivindicaciones.
Y es que la diputada nacionalista se pregunta «qué conjunción cósmica impide» aceptar la quita a la vez que se negocia un nuevo sistema de financiación. «Córtensen un poco», ha espetado a los populares, «porque este sistema lleva caducado desde 2014», y recuerda que el PP gobernó cuatro años después, hasta 2018, sin cambiar nada.
En respuesta, Corgos ha tachado de «inaceptable» la propuesta del Gobierno al proponer la «asunción parcial» de deuda del resto de comunidades pactado «previamente con ERC». La Xunta ya ha expresado en las últimas semanas que asumir esa propuesta supondría casi 600 millones más de deuda para Galicia.
El conselleiro justifica que no supondría más recursos para servicios públicos, por lo que lo reduce a un «peaje» del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ante sus «socios independentistas para mantenerse en el poder». Censura que «no es equitativa», pues se condona 1.000 euros más por habitante en Cataluña que en Galicia, según sus cálculos.
Por todo ello, Corgos acusa al BNG de solo «intentar hacer ruido» porque la quita «no aporta un solo euro a los gallegos».
Paralelamente, el responsable de Facenda ha recordado que el retraso de actualizaciones de las entregas a cuenta supuso un gasto de 10 millones de euros en intereses para la Xunta el año pasado. «Pasaré la factura a la ministra», ha afirmado. En lo que va de año el Gobierno gallego abona 1,5 millones mensuales en intereses mientras no se actualizan las entregas a cuenta.