La CIG ha presentado las ‘Bases para unha estratexia galega da enerxía’ con medidas que pasan por la creación de una empresa pública de energía, impulsar una ley gallega del sector eléctrico que priorice el consumo local, así como medidas referidas a almacenamiento y distribución energética.
En rueda de prensa en Santiago, el secretario xeral de la CIG, Paulo Carril, ha presentado esta alternativa con la que se busca que Galicia pase de ser «territorio de sacrificio» a «potencia energética soberana».
Este estudio, que ha sido presentado también por el coordinador del trabajo, Quico Dasilva, y por el responsable de la Mesa de Enerxía da CIG-Industria, Fernando Branco Parga, apunta que el excedente de exportación de energía de Galicia está situado «en una media del 35%-40% en los últimos años», con base en potencial hidroeléctrico, acrecentado en los últimos tiempos con eólico y ciclos combinados de gas natural.
Al respecto, Carril reflexiona acerca de que la actual situación de Galicia «es consecuencia de la imposición de decisiones ajenas, muchas de ellas en el periodo dictatorial franquista», de lo cual el territorio gallego «sigue sin obtener ningún tipo de beneficio».
MEDIDAS
De tal forma, Quico Dasilva ha dado cuenta de 11 medidas de ámbito gallego y ocho estatales de cara a avanzar en una soberanía energética.
Por ello, la CIG apuesta por una estrategia propia de energía orientada a aprovechar los recursos de Galicia con unas propuestas «básicas» basados en un consumo local, recuperar centrales hidroeléctricos con concesiones caducadas y crear una empresa pública que revierta los beneficios energéticos en el pueblo gallego.
Branco remarca que Galicia ya ha superado el objetivo de 2030 del 81% de producción eléctrica renovable al contar con un 84%, pero no ha logrado electrificar el consumo energético para desplazar combustibles fósiles. El 25% de la generación hidroeléctrica estatal proviene de Galicia.
Además, Branco se refiere al boom eólico, que «responde a intereses de empresas eléctricas» y que busca Galicia «sin beneficio local», ya que «más del 80% de los municipios tienen infraestructuras eléctricas sin que esto revierta riqueza».