El Gobierno de Noruega, a través del Ministerio de Defensa, reclama a la empresa naval pública española Navantia más de 1.000 de euros por el hundimiento de una de sus fragatas, ‘Helge Ingstad’, tras colisionar en el año 2018 contra un petrolero en las proximidades de sus costas.
Dicha cantidad, según asegura la publicación nórdica ‘Teknisk Ukeblad’, se basaría en el precio de una nueva fragata, la elevación del buque, su rescate y una serie de deducciones.
Este buque militar era una de las cinco unidades de la clase ‘Fridtjof Nansen’ construidas en los astilleros de Navantia Ferrol, a semejanza de las F-100 de la Armada Española. La demanda fue presentada en agosto de 2024, luego de que el buque sufriera la colisión, que no ocasión ningún herido, pero que finalizó con la fragata semihundida. Posteriormente, en marzo de 2019 fue retirada del mar, llevada a la costa y posteriormente desguazada, ante los daños sufridos.
La reclamación económica de Noruega a la empresa se base en que la construcción del buque en los astilleros de Ferrol no fue del todo correcta. Así, inciden que los ejes de hélice huecos permitían que el agua fluyera entre las secciones estancas del barco, mientras que en el caso de las fragatas españolas tienen una construcción estanca ligeramente diferente y que no permite la entrada del agua por este equipamiento.
Pese a ello, el Gobierno de Noruega no culpa a Navantia de la colisión, ya que incluso en días posteriores a este naufragio algunos medios del país nórdico había publicado que algunos de los integrantes de la tripulación no estaban en condiciones de gobernar un buque de estas características, y que por ello no actuaron acorde a lo que deberían de hacer tras la colisión, provocando con ello el hundimiento.
Según ‘Teknisk Ukeblad’, el abogado Ole Kristian Rigland, de la Fiscalía del Gobierno incide que su objetivo sigue siendo llegar a un acuerdo a través de la mediación, y de no ser posible, el juicio comenzaría el 23 de septiembre.