Un grupo de representantes de la CIG ha entregado este martes en las oficinas centrales de la Xunta, en San Caetano, un total de 1.025 firmas para reclamar la negociación de un convenio gallego para las escuelas infantiles de 0 a 3 años de titularidad privada, ante su desacuerdo con la reciente firma del nuevo estatal.
Además, los sindicalistas han aprovechado para concentrarse para exigir «mejores condiciones de trabajo, salarios dignos» y para pedir a la Consellería de Política Social e Igualdade una «interlocución» con las empresas del sector para alcanzar el convenio autonómico.
La CIG denuncia que el colectivo de educadores infantiles es «de los más precarizados laboralmente» en Galicia y que la firma del convenio estatal en Madrid, después de tres años, supone simplemente «una prórroga del anterior que mantiene salarios congelados desde el año 2021 y por debajo del salario mínimo interprofesional», que sube por encima de lo que lo hacen sus sueldos.
La central nacionalista carga así contra la firma del acuerdo estatal el 5 de marzo por parte de UGT, USO y FSIE, que «no tienen apenas representación» en la Comunidad, y reivindican que su campaña recogió más de un millar de firmas cuando, según sus estimaciones, en las escuelas infantiles gallegas –tanto públicas como privadas– trabajan unas 2.000 personas.
En este contexto, el responsable de Ensino Privado de la CIG, Henrique García, apela a la conselleira de Política Social, Fabiola García, para «tomar nota de una realidad que mantiene oculta e invisibilizada, permitiendo que se dé un servicio ‘low-cost’ en lo que tiene que ver con la situación laboral y salarial de las trabajadoras, que en algunos casos llega a la explotación».
El sindicato se dirige a la Xunta debido a que el programa de gratuidad de las guarderías, implantado ya en 2022, supone la subvención del servicio por parte de la Administración a las entidades privadas que gestionan estos centros.