Organizaciones agrarias han pedido a la Xunta un mayor cribado de los datos para la declaración de zonas vulnerables por la presencia de nitratos en el agua, que pueden implicar medidas como un control de los abonos.

En el encuentro, además del director xeral Gandaría, José Balseiros, han participado representantes de Unións Agararias (UU.AA.), del Sindicato Labrego Galego (SLG), la Asociación Agraria de Galicia (Asaga) y de la Federación Rural Galega (Fruga), entre otros.

El responsable de Desarrollo Rural en Unións Agrarias (UU.AA.), Jacobo Feióo, ha explicado a Europa Press que en la cita, convocada por la Xunta para informar de la situación y aclarar algunas cuestiones, su organización ha planteado a la Xunta la necesidad de un mayor contraste de los datos que se tienen en cuenta para hacer estas declaraciones al considerar que los datos del Ministerio para la Transición Ecológica que se tienen en cuenta «son brutos y se deben trabajar».

Además, ha considerado necesario aclarar si la presencia de los nitratos se debe a la actividad agrícola y ganadera o a otro tipo de cuestiones como déficit en el saneamiento o actividades industriales y ha puesto como ejemplo los casos de San Cibrao das Viñas y Ourense, al asegurar que son zonas en las que la fuente principal no se debe a la agricultura ni a la ganadería.

El representante sindical ha sostenido que si se hiciese un cibrado o un estudio de los datos por parte de la Xunta en las zonas afectadas se «cribarían y desaparecerían ayuntamientos que se quieren declarar como zonas vulnerables sin más argumentos que las mediciones hechas por el ministerio».

Además, en la reunión, según ha explicado, la Xunta aclaró los detalles sobre la cantidad de purín que los agricultores podrán emplear por cada hectárea en las zonas afectadas por esta declaración, que variarían entre 170 y 210 kilos y se podrán complementar con abonos minerales. También, conforme ha señalado, se ha abordado la posibilidad de dar salida al excedente de purín a través de soluciones como las plantas de biogás.

En este sentido, en un comunicado, el SLG ha trasladado su «sorpresa» por la declaración de zonas vulnerables de nitratos de ayuntamientos de baja intensidad ganadera y ha considerado que se utilizan «datos desactualizados» –correspondientes al cuatrienio 2016-2019– y que «no determinan con claridad que sea la actividad agroganadera la causa significativa de la contaminación».

La organización agraria señala que la determinación de zonas con eutrofización de aguas superficiales nos e debe en la mayor parte de los casos a la actividad agrogandera, sino a causas industriales. Un problema que el Sindicato Labrego Galego considera que «puede agravarse seriamente» con la implantación de industrias pesadas en zonas agroganaderas del país, como es el caso de la macrocelulosa de Altri y Greenalia, así como el déficit en la gestión y depuración de las aguas residuales urbanas.

También ha expresado sus dudas sobre una certificación ganadera sostenible. «Parece una estrategia de greenwhashing para vestir de verde el modelo industrial que genera excedentes con potencial contaminante».

«Pedimos que sean habilitados fondos públicos para financiar modelos verdaderamente sostenibles, en lugar de auxiliar a la industria energética y a modelos de producción que generan problemas», reclama el SLG.

RESPUESTA DE LA XUNTA

Por su parte, la Consellería do Medio Rural ha destacado a Europa Press que actúa conforme a la obligación que establece el Ministerio para la Transición Ecológica de declarar estas zonas vulnerables, en cumplimiento de la normativa europea y del Real Decreto 47/2022 sobre la protección de las aguas contra la contaminación difusa procedida por los nitratos procedentes de fuentes agrarias. En este sentido, destaca que los datos relativos a estas zonas vulnerables están publicados por el Ministerio de Transición Ecológica.

Por otra parte, el Gobierno gallego ha subrayado que lleva a cabo una ronda de contactos con alcaldes, asociaciones profesionales, cooperativas, distribuciones e industria sobre la sostenibilidad ambiental de la ganadería y las perspectivas de futuro. En estas reuniones, ha señalado, se aborda la concentración de nitratos en aguas de cara a la declaración de zonas vulnerables.

«El objetivo es propiciar la cooperación público-privada parar reforzar la sostenibilidad ecológica, social, económica y ambiental de la ganadería, aprovechando esta normativa para reforzar el sector», explica.

Además, explica que se creará la certificación de ganadería sostenible tendrá como fin de valorizar las producciones del agro, tal y como está contemplado en la Ley de calidad alimentaria. «Los objetivos pasan por la implementación de prácticas más responsables, la protección del ambiente y la gestión eficiente de los residuos, con el objetivo de consolidar a Galicia como referente y sin pérdida de la competitividad», apunta.

En cualquier caso, la Xunta ha insistido en que «los ganaderos gallegos son excelentes profesiones, que están haciendo un muy buen trabajo». «Son custodios del territorio y los primeros interesados en la sostenibilidad de su labor, tanto social como económica y ambiental», ha indicado.