La CIG ha denunciado que los comedores escolares gestionados por la Xunta de Galicia no van a contar con personal titulado en cocina y ha pedido una reunión urgente con la Consellería de Educación ante los cambios en los requisitos de acceso a estos puestos.
Así lo ha señalado en un comunicado, en el que pide al departamento autonómico que de solución a la no exigencia de formación en cocina al personal que se encarga de la elaboración de la comida en los centros escolares públicos, y que garantice la seguridad alimentaria en los comedores.
El sindicato sostiene que las cocinas y comedores públicos, en los que están incluidos los comedores escolares de los centros dependientes de la Consellería de Educación, tienen la obligación de implantar un sistema APPCC (Análisis de Puntos de Control Críticos) y un programa de seguridad alimentaria que incluye la trazabilidad de los alimentos, buenas prácticas en la manipulación, formación de manipuladores, etc.
Además, señala que, hasta ahora, el personal de cocina, concretamente el personal oficial de 2ª de cocina, que es el que atiende mayoritariamente los comedores escolares, la Xunta le exigía la titulación de Técnico de Cocina o Técnico Superior de Restauración, por lo que la formación en elaboración, manipulación de alimentos, dietas, previsión de riesgos control de los APPCC, normativa sanitaria y demás estaba cubierta con la preparación que disponían.
Así, señala que, debido a la funcionarización de este personal, la Xunta lo situó en una nueva escala denominada «Auxiliar de Cocina del Subgrupo C2» en la que solo se requiere el graduado en ESO. Hasta ahora, indica el sindicato, los puestos estaban ocupados por personal laboral fijo al que para superar el proceso selectivo se le requirió la titulación mencionada para apuntarse a la lista de contratación.
Sin embargo, apunta que este cambio supone que, a partir de ahora, el personal que acceda a estos puestos «puede no tener ningún conocimiento para cocinar, pero tampoco para garantizar la seguridad e higiene alimentaria y el cumplimiento estricto de la normativa sanitaria de aplicación en las cocinas colectivas».
Por ello, piden una reunión urgente con la conselleria para que «arregle el desastre» de una funcionarización «chapucera, sin garantías, que provocó la rebaja profesional de este personal».