Trabajadores de Circet Infraestructuras de Telecomunicaciones S.A han llevado a cabo este jueves una concentración ante la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra para expresar su rechazo al expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción presentado por la empresa, que en Galicia supondría el despido de 118 personas.
Durante la protesta, los empleados han asegurado que el único objetivo de la compañía es «precarizar las condiciones laborales en el sector». También han señalado la responsabilidad de Telefónica en este conflicto ya que, el pasado mes de julio, el contrato con Movistar fue comprado por Circet previa autorización del Gobierno del Estado.
Además de Movistar, Circet, que se dedica a la instalación y mantenimiento de redes de telecomunicación, tiene concesiones en Galicia con la operadora Vodafone, y entre sus clientes están la Xunta de Galicia, el Sergas, Educación, Emergencias, Defensa y otras administraciones estatales y locales, han indicado.
Esta semana, los trabajadores han intensificado la movilización con tres días de huelga que se completan este jueves y para la próxima tienen convocados nuevos paros para los días 4 y 5 de diciembre, coincidiendo con la fecha en la que finaliza el período de consultas.
Según ha indicado el sindicato CIG, la huelga está registrando un seguimiento de «prácticamente el 100% del personal en toda Galicia». Este calendario de protestas se desarrolla de manera paralela a las reuniones del ERE que tienen lugar en Madrid.
La CIG-Industria insiste en que no existen causas organizativas, productivas o económicas, tal y como justifica Circet, para aplicar este despido colectivo y aseguran que el verdadero objetivo de este ERE no es otro que «avanzar en la subcontratación» para «obtener aún mayores márgenes de beneficios a cuenta de la explotación laboral».