El conselleiro de Facenda, Miguel Corgos, ha apuntado al «reto de acometer una importante sustitución generacional» a partir del año que viene en la administración autonómica, para lo que en 2025 la Xunta prevé aprobar un plan estratégico de recursos humanos.
Por un lado, según ha detacado, este plan «permitirá mejorar la transparencia y previsibilidad de las ofertas de empleo público y de los procesos selectivos» y, por otro, buscará «simplificar el sistema de acceso, acortar su duración y adaptar los procesos a las nuevas habilidades y capacidades» que requiere el servicio público.
Lo ha anunciado Corgos en la comisión de economía del Parlamento, donde este jueves comienzan las comparecencias por departamentos para exponer el proyecto de presupuestos del Gobierno gallego para el año que viene.
En materia de personal, el conselleiro ha asegurado que el Ejecutivo apuesta por una función pública «motivada y bien formada, una vez que ya se está en la fase final del proceso de estabilización, que concluirá este año y que beneficiará a más de 5.500 empleados públicos».
«Luego tendremos que acometer el reto de una importante sustitución generacional», ha señalado, para a continuación referirse al mencionado plan estratégico de recursos humanos.
Asimismo, el titular de Facenda ha resaltado que su departamento prevé «automatizar» los concursos de méritos «para agilizarlos y resolverlos en el plazo de un año».
FONDOS EUROPEOS
En materia de fondos europeos, ha abogado por «seguir optimizando su gestión para maximizar estos recursos tan importantes para la comunidad» y ha asegurado que Facenda continuará «impulsando al máximo la ejecución del mecanismo de recuperación y resiliencia para tener totalmente rematada su ejecución a mediados del año 26».
Además, reprogramará programas operativos del periodo 21-27 para adaptarlos al nuevo reglamento, según ha indicado Corgos. Al respecto, ha cifrado en 1.500 los millones con los que cuenta de la política de cohesión hasta 2029.
A renglón seguido, Miguel Corgos ha apuntado que este año ya está «comprometido el 20% del nuevo marco» y en 2025 espera «llegar a 40-50% de compromisos».
SIMPLIFICACIÓN ADMINISTRATIVA
En su intervención, el responsable de las cuentas públicas de la comunidad ha afirmado que Facenda trabajará el próximo año en simplificación administrativa y en la ampliación de la oferta de servicios «personalizados, ajustados a perfil y circunstancias», para hacer la administración «más sencilla».
En contratación pública, «se unificarán criterios en una guía de buenas prácticas» que recogerá la «discriminación positiva» de productos sostenibles, el uso de madera en construcción y productos de proximidad en los centros públicos.
También quiere Facenda «reducir lo que se paga» en alquileres, con una rebaja que cifra en unos 4 millones en 15 años –la Xunta gastaba en este concepto más de 7 millones y ahora la cuantía está por debajo de 3, según Corgos–.
Tras esta «rebaja sustancial», el Gobierno gallego quiere «seguir bajando» y «por eso estará operativo ya esta legislatura el nuevo edificio de San Caetano».
La Axencia Tributaria de Galicia (Atriga) culminará la absorción de las oficinas de recaudación, con lo que «se terminará la externalización» de este servicio «y se cerrará el circuito por primera vez», ha dicho.
Por último, la Axencia de Modernización Tecnolóxica de Galicia (Amtega) tratará de sitar a Galicia como un «referente», entre otras cuestiones, en la inteligencia artificial.
DEBATE
En el turno de los grupos, las críticas de la oposición y el debate con el grupo popular se han centrado en las grandes cifras del proyecto de cuentas públicas para el año que viene, que asciende a 13.954 millones de euros, un 2,5% más.
Después de que el diputado del grupo mixto, Armando Ojea, reclamase más inversión para Ourense, la socialista Elena Espinosa ha vuelto a tildar los presupuestos globales de la Xunta de «raquíticos y faltos de ambición». «Queremos unos presupuestos valientes y no queremos que sean conservadores», ha subrayado.
Además, ha criticado las medidas fiscales que pretende incorporar a través de la conocida como ley de acompañamiento, puesto que, a su juicio, benefician a las «grandes fortunas mientras familias sufren falta de ayudas».
Por parte del BNG, Noa Presas ha advertido que «mal no le va a Cataluña» al «negociar una quita y una mejor financiación» y ha reiterado que «no es nada heroico tener unos presupuestos ni la cifra es histórica», ya que «solo teniendo en cuenta el aumento de la inflación en 2024 ni siquiera compensa esto».
Entre otras cuestiones, ha censurado que «la mayor parte del incremento va para cubrir los intereses de la deuda» y ha afeado al conselleiro que «no aumentan la deuda porque no les dejan».
La popular Cristina Sanz, por su parte, ha acusado a la oposición de repetir los mismos «mantras» con un «forzado pesimismo» y se ha mostrado convencida de que «se equivocan en sus previsiones».
«FECHORÍAS»
Ya en el turno de cierre, el conselleiro ha respondido a Espinosa que «claro» que se tiene que «preocupar» por lo que hace el Gobierno y ha incidido en que «también Touriño dijo que sería un error el cupo». «Claro que nos tenemos que preocupar de las fechorías que hacen en Madrid», ha remarcado.
Para acabar, ha valorado unos presupuestos «modernos, sostenibles y sujetos a las disponibilidades» y ha rechazado que sean «los de siempre», puesto que incluyen medidas novedosas como el rescate de autopistas, más inversión en vivienda y gestión recaudatoria «íntegra» por parte de la Atriga, algo que «nunca se ha hecho».