La organización sindical UGT ha alertado de que el sector de la automoción «está en juego» en medio de una transformación de la industria hacia la descarbonización y un cambio conceptual de la movilidad: «Galicia no se puede permitir el lujo de seguir mirando para otro lado».
Así lo han señalado en una rueda de prensa llevada a cabo este miércoles en Vigo el secretario general de Industria de UGT en Vigo, Rubén Pérez, y el secretario del sector automovilístico de UGT Fica a nivel nacional, Jordi Carmona.
Tras un encuentro con delegados sindicales, Pérez y Carmona han expuesto la situación que atraviesa el sector en la actualidad, con «muchos retos y amenazadas» y algunas «oportunidades» si se hacen «las cosas bien» en un contexto de «dificultad».
Después de reivindicar la importancia de la automoción en Galicia y en toda España, donde cuenta con más de 2 millones de trabajadores (entre directos e indirectos), Pérez se ha referido a la «fórmula de éxito» que ha permitido al sector mantenerse durante tantos años en Galicia, señalando las sinergias entre el fabricante (Stellantis Vigo), con los proveedores gallegos y el centro tecnológico CTAG.
«Eso no tiene por qué dejar de ser así», ha reivindicado, lamentando que cada vez más constructores europeos están apostando por comprar sus piezas en otros países, como es el caso de Marruecos, dejando miles de puestos de trabajo en el aire.
Por todo esto, han pedido a la Administración autonómica, con competencia en Industria, que lleve a cabo medidas para apoyar al sector. También han insistido en la importancia de las ayudas del Gobierno central, a través de los fondos europeos. Estas, a su juicio, deberían ir ligadas a una preservación del empleo.
Para ellos, el sector «sigue siendo competitivo», por lo que no se pueden usar «discursos cavernícolas» sobre que los sueldos en España «son muy altos». Así, han pedido «responsabilidad» a los fabricantes de vehículos tanto con sus empleados como con el territorio donde están asentados, al ser la automoción un sector «vetebrador» que está presente en la mayor parte de las autonomías españolas.
IMPUESTOS A LOS ROBOTS
Carmona ha querido centrarse también en la transición hacia la descarbonización del sector, explicando que esta no debe reducirse solo al coche eléctrico, sino que hay que tener en cuenta otro tipo de combustibles como el hidrógeno o el gas. Para él, el objetivo es que las personas puedan seguir disfrutando de la movilidad que quieren y que sea accesible.
El responsable de automoción de UGT ha hablado, entre otros muchos temas, de la necesidad de establecer impuestos a los robots que trabajan en las fábricas automovilísticas, así como pagan los trabajadores. Esto para que el dinero recaudado se pueda invertir en beneficios sociales para los trabajadores.
Además, con la entrada en el mercado español de distintas marcas de vehículos chinos, ha subrayado que deberían reducirse los aranceles a estos coches. «No se pueden poner puertas al campo», ha añadido, insistiendo en que sería mejor negociar con el gigante asiático y tratar de atraer inversiones que generen riqueza en España.
Esto lo ha argumentado indicando que los aranceles podrían provocar al principio un «impacto positivo», pero más tarde generarán subidas en los costes de las materias primas y más inflación, según ha indicado.
Desde UGT también han señalado a otras regiones europeas donde sí lo han hecho bien, a su juicio, como es el caso de Portugal. Al respecto del país vecino, han subrayado la puesta en marcha de distintos polígonos industriales con suelo muy asequible para las empresas, que ha permitido que muchas compañías decían asentarse allí.
«Esto debería ser imitado por Galicia», ha reivindicado Pérez, viendo con buenos ojos el anuncio de la Xunta de poner a disposición de las firmas más de medio millón de metros cuadrados de suelo gratis durante ocho años.