Cobre San Rafael prevé un impacto «superior a los 2.500 millones de euros» con su nuevo proyecto de la mina entre los municipios de Touro y O Pino (A Coruña), en el que la empresa invertirá 200 millones, con la creación de 400 empleos.
En un acto en Santiago con unos 150 asistentes, la empresa ha presentado en sociedad este proyecto que define como una producción «sostenible de cobre 100% gallego». A la cita han acudido, entre otros, representantes empresariales, de la Administración gallega y de los ayuntamientos Touro y O Pino, así como de diferentes colegios profesionales.
Este proyecto en fase de tramitación ha sido declarado como industrial estratégico por el Gobierno gallego y está pendiente de su tramitación ambiental. Todo ello después de que la anterior iniciativa para esta mina fuese tumbada por la Xunta, en 2020, por sus riesgos medioambientales.
El consejero delegado de Atalaya Mining, Alberto Lavandeira, ha sido el encargado de dar a conocer este proyecto que busca ser «tractor de la industria gallega». «Desde la compañía, tenemos la responsabilidad de ponerlo en valor, ya que, además, se trata de cobre: un metal estratégico para la Unión Europea dado su papel fundamental para garantizar una transición energética justa y respetuosa», asevera.
Lavandeira garantiza que se refuerza el «compromiso medioambiental», con mejoras en la gestión del agua de proceso y con circuito cerrado. Además, se apuesta por gestionar las áreas de la planta de tratamiento de mineral de una forma más segura al contar con una almacenamiento del que se retira el agua, enviándola a un depósito impermeabilizado.
Cobre San Rafael subraya que se incluyen cambios respecto al proyecto que no obtuvo una declaración ambiental favorable. Apunta a una inversión en los últimos años de 3,4 millones para canalizar y recuperar las aguas de la zona, así como la puesta en marcha del programa Terras para la mejora del medio ambiente y aspectos sociales de la zona.