Greenfiber, del grupo portugués Altri, defiende que la planta de fibras textiles que proyecta en Palas de Rei (Lugo) «no emitirá dioxinas ni será perjudicial para la salud».
El pasado miércoles, los colectivos SOS-Sanidade Pública, Plataforma Ulloa Viva y Santiso Vivo alertaron sobre el «problema que puede dar a nivel de salud pública» la fábrica de Altri en Palas (Lugo), entre lo que citaron lluvia ácida, efecto invernadero, contaminación de aguas del río Ulla y de la ría de Arousa, así como emisión de dioxinas que producen problemas respiratorios y diferentes tipos de cánceres.
Asimismo, este jueves, el colectivo ecologista Adega ha advertido que la planta se convertiría, de llevarse a cabo, en la fábrica de celulosa «más contaminante» de España, según las conclusiones del análisis de la documentación del proyecto hecha por el biólogo y profesor de la USC Ramón Varela.
En respuesta, Greenfiber ha emitido un comunicado en el que el director de Operaciones de Altri en España, Pedro Baptista, afirma que: «Las dioxinas son sustancias químicas generadas en la combustión de productos que tienen cloro en cantidades importantes en su composición. En una fábrica como la nuestra esto no sucede. Y en el proyecto GAMA no se va a utilizar cloro, por lo que es imposible la emisión de dioxinas. Las informaciones que alertan de un riesgo para la salud están basadas en información errónea, por lo tanto, son falsas».
Con respecto a las emisiones de los gases generados en el proceso de producción, Baptista sostiene que «serán tratados antes de ser liberados a la atmósfera». «Y este tratamiento previo de los gases garantiza que, en todos estos parámetros, las concentraciones están por debajo de las exigidas en las mejores técnicas disponibles de la comunidad europea (BREF)». Indica que «la altura de 75 metros para la chimenea fue precisamente definida en base a un estudio de dispersión basado en complejos modelos matemáticos que garantizan la no afectación a la salud humana o de los animales».
Además, Greenfiber dice que «se emplearán las más avanzadas tecnologías que permitirán captar todos los gases olorosos para ser reutilizados en el proceso de producción de energía, de modo que se garantice una ausencia total de malos olores en el entorno de la planta». Garantiza que «será el mejor ejemplo europeo de esta nueva industria basada en la sostenibilidad, la innovación y la mejora continua».
«Tal y como ya hemos explicado en ocasiones anteriores, el proceso técnico de la planta de Palas de Rei para fabricar fibras textiles y lyocell no es ni siquiera comparable al de las antiguas celulosas de pasta de papel. No usaremos ni cloro ni lejías, sino oxígeno y todos los gases olorosos serán reutilizados dentro de la propia planta para producir energía, por lo que será un centro con olores cero, tal y como sucede en nuestras plantas de Portugal. Y, por supuesto, sin ningún tipo de afectación a la salud de las personas».