El BNG ha registrado varias iniciativas en el Parlamento de Galicia para reclamar a la Xunta una «intervención pública decidida» con el fin de «blindar» la automoción gallega, ante los «riesgos y amenazas» que afectan al sector.
La formación nacionalista ha pedido al gobierno autonómico que se implique en la instalación de una fábrica de baterías para que esta industria «no quede fuera de juego» en el nuevo escenario del coche eléctrico, y también ha exigido que los fondos europeos «dejen de subvencionar la precariedad y la deslocalización».
Así lo ha anunciado el diputado del BNG y portavoz de Industria, Brais Ruanova, tras mantener una reunión con responsables de la CIG, en la que también han participado la diputada Carmela González y el portavoz municipal nacionalista, Xabier Pérez Igrexas.
Ruanova ha señalado que su formación lleva tiempo advirtiendo sobre la precarización del sector y los problemas que le afectan, y ha puesto como ejemplo el anuncio del Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG) de apostar por la instalación de un centro de investigación en el norte de Portugal; o la compra de componentes para esta industria en China y Marruecos, dejando fuera a proveedores gallegos.
Según ha señalado, muchas empresas auxiliares se encuentran en situación de inestabilidad por las «decisiones de Stellantis», de la que dependen en gran medida. Mientras, ha afirmado, la planta de la multinacional se beneficia de ayudas del PERTE para el vehículo eléctrico. «Se pone de manifiesto que regar de subvenciones a una empresa matriz no es garantía de nada», ha constatado.
En ese sentido, han cuestionado el destino de los más de 81 millones de euros entregados en los últimos años por la Xunta a Stellantis, y han criticado que no hayan servicio para crear empleo de calidad, para mejorar las condiciones laborales del sector o para fortelecer a la industria auxiliar gallega.
Brais Ruanova ha reclamado una «respuesta urgente como país» ante el «momento histórico» que vive el sector, con cambios que van a determinar su futuro, y ha pedido un Plan Director «con consenso» entre los diferentes agentes implicados, y medidas que garanticen carga de trabajo para las empresas auxiliares, reduciendo su dependencia de Stellantis.
Por su parte, el portavoz municipal, Xabier Pérez Igrexas, ha subrayado que la actual situación pone de manifiesto una «falta de política industrial» en Galicia, y ha exigido «una enérgica intervención pública» para impulsar el sector.
Asimismo, ha censurado las políticas «bluf» de Xunta y Gobierno central, con anuncios que no se concretan, como la planta de Mitsubishi en la Plisan o el World Car Center de Zona Franca. «Ya basta de humo propagandístico, de posados fotográficos y de buenas palabras», ha zanjado.