La ampliación de la balsa de lodos de Alcoa en San Cibrao (Lugo) está pendiente de que la empresa aporte más documentación a la Xunta de cara a sus autorizaciones, así como de su caracterización como residuo peligroso.
De ello informa el comité de empresa tras una reunión técnica sobre la situación de la ampliación del depósito de barros rojos (DBR) desde cuota 100 a 104 (cuatro metros más), un encuentro convocado por la Xunta a petición de los representantes de los trabajadores.
Así, el comité expone que la Xunta les ha traslado que Alcoa solo envió seis de los 21 parámetros de análisis requeridos, lo que no era representativo. La semana pasada, la compañía remitió un escrito para rebatir las alegaciones del organismo de salud pública, en el cual comunica que entiende que su informe cumple con los parámetros.
De tal forma, se necesita hacer la caracterización del producto en el DBR, ya que «el producto a la salida de la fábrica ya sale como residuo peligroso», indica el comité.
Ante esto, según lo que traslada el comité, Alcoa ha mostrado su interés en que se lleve adelante la ampliación de la balsa de lodos, si bien advierte de que realizar el estudio tal como se le pide puede llevar de cuatro a cinco meses y necesita esa aprobación cuanto antes.
Por ello, el comité informa de que Alcoa prevé dar una respuesta en un plazo máximo de tres semanas sobre si va a seguir adelante con el proyecto con la caracterización del producto como peligroso o va a esperar a realizar los análisis para ver cuál es la caracterización. Después del proceso de salud pública, todavía faltaría la Declaración de Impacto Ambiental (DIA). Así, habrá una futura mesa técnica para abordar los pasos a seguir.