La CIG ha incidido en que «el camino» para que la multinacional Alcoa «cumpla» sus compromisos con la planta de San Cibrao –en Cervo (Lugo)– pasa por la movilización de los trabajadores y que los gobiernos en Galicia y el Estado «intervengan de forma activa».
Este lunes, delegados de la CIG en Alcoa y sus auxiliares han participado en una asamblea a la que también ha asistido el secretario xeral de la central nacionalista, Paulo Carril, quien ha apelado a «seguir el mismo camino que hace año tres años» para que la compañía con sede en Pittsburg «cumpla con el acuerdo».
En este sentido y tras apelar a la unidad del personal de la planta y sus auxiliares, ha subrayado que este trabajo debe estar acompañado por la «intervención de forma activa» de las administraciones, que, a su juicio, han sido «incapaces» hasta el momento «de dar respuesta a las amenazas de Alcoa».
Así las cosas, la CIG ha reiterado sus demandas para blindar el futuro de la factoría de San Cibrao de crear una figura de empresas «hiper-electrointensivas» y «garantizar» a través del estatuto electrointensivo «la máxima compensación por CO2 permitida por Europa» para que quede desligada de los PGE.
Asimismo, también reclaman una subasta de interrumpibilidad que sirva de «colchón» en los picos de consumo de energía, ejecutar el «alegato» acordado en el CES de Galicia para que exista una bonificación directa en la factura eléctrica del 30% para las actividades industriales y económicas o modificar la factura eléctrica para «liberar de los peajes y cargos asociados al transporte por la cercanía de los centros de consumo a los centros de producción».