Bimba y Lola cerró su año fiscal 2023 (finalizado el pasado 29 de febrero) con una facturación de 227 millones de euros, manteniendo un nivel estable frente al año anterior (+1%), según los datos publicados por la compañía este viernes.
Esta evolución fue similar, tanto a nivel nacional como internacional, representando el negocio exterior un 44% de los ingresos totales del grupo.
Respecto a los canales de venta, continuó la recuperación de la actividad en las tiendas propias (+2% de ventas sobre 2022) y se aceleró la mejora de las ventas online (+7% sobre el 2022), que contribuyeron con el 19% del negocio global.
Por otra parte, se redujo la aportación de los canales de descuento destinados a la venta de temporadas anteriores, según han apuntado desde Bimba y Lola.
Asimismo, la firma completó el ejercicio 2023 con 290 puntos de venta en 28 países y presencia en un total de 50, incluyendo el alcance de su canal digital.
En cuanto a la inversión del grupo, este mantuvo «el nivel récord» del año anterior en la cuantía destinada a proyectos clave para el desarrollo de la marca a largo plazo, así como el nivel de su plantilla de 1.800 personas, formada en un 85% por mujeres.
El consejero delegado de Bimba y Lola, José Manuel Martínez, ha comentado que en 2023 la compañía «ha asentado su posición en los principales mercados de la marca y ha concentrado esfuerzos en reforzar la operación de las tiendas y los canales digitales, mejorar la cadena de suministro y avanzar en la integración de la actividad en la nueva sede»
De cara a 2024, la compañía comienza el ejercicio con la incorporación de Sylvie Colin a su consejo de administración. Colin es una experta en el mundo de la moda con experiencia como consejera delegada de marcas internacionales del nivel de Kenzo, Maje y Caroll Paris.