Personal investigador del Instituto Español de Oceanografía (IEO) de Vigo, junto al Instituto Portugués do Mar e da Atmosfera y a la Universidad Politécnica de Valencia, han desarrollado un nuevo procedimiento estadístico para mejorar la estimación de la talla de madurez de la merluza.
El objetivo de esta técnica es calcular la madurez de esta especie usando datos de diversas fuentes, lo que permite estimar el potencial reproductivo de la misma y mejorar las evaluaciones del estado de salud de sus poblaciones.
«Una mejor estimación de la madurez brinda una comprensión más profunda del comportamiento biológico de la población y conduce a una evaluación más precisa del potencial reproductivo», ha explicado la investigadora del Centro Oceanográfico de Vigo y primera autora del estudio, Marta Cousido.
Según ella, esta mejora incidirá directamente en la gestión de las poblaciones de recursos marinos, no solo de la merluza, sino de otras especies.
Tal como ha explicado el IEO en un comunicado, la estimación de este parámetro supone un reto científico, ya que suele implicar la integración de información de diferentes áreas espaciales, en ocasiones con gran disparidad en el número de muestras en cada área, lo que puede suponer un sesgo en los resultados.
Este nuevo estudio propone un procedimiento estadístico que estima la madurez integrando diversas fuentes de datos en un solo modelo. «El desafío consistió en desarrollar un procedimiento estadístico que permitiera la integración de la información proveniente de ambas áreas espaciales (costa portuguesa y española), garantizando que la disparidad en el número de muestras de ambas regiones no afectara a la imparcialidad de los resultados», ha indicado Cousido.
«Si la talla de madurez fuese similar en ambas áreas, podríamos combinar los datos de manera directa y utilizar un modelo sencillo para estimar la madurez en toda la población. Sin embargo, en el caso de la merluza, contamos con evidencias que indican la existencia de un gradiente latitudinal en la talla de madurez. En otras palabras, observamos que la talla de madurez es menor en la costa portuguesa que en la costa atlántica gallega y el mar Cantábrico. Esta necesidad de integración y estimación de una única talla de madurez se debe a que el modelo de evaluación utilizado para la merluza no permite considerar dos valores distintos para la talla de madurez», continúa la investigadora.