El ERE de la conservera Atunlo se ha cerrado con 116 despidos, después de que los trabajadores aceptasen con 80 votos a favor, cuatro en contra y dos abstenciones el preacuerdo alcanzado, según ha informado CC.OO.
En un comunicado, el sindicato reconoce que «ningún acuerdo es bueno si supone un solo despido». «Menos nos gusta ver la difícil situación de las trabajadoras y trabajadores preocupados por si llegarían a cobrar sus salarios o indemnizaciones cuando saben y son conscientes de la difícil situación financiera de la empresa, exigiéndonos desde el primer día que la tramitación fuese rápida para no arriesgar a tener que acudir al Fogasa», expone.
CC.OO recuerda que la primera medida anunciada de la empresa era despedir a 136 trabajadores cuando presentó el ERE. Ahora, tras las negociaciones, el sindicato reivindica que consiguió que se mantuviesen 17 puestos de trabajo indefinido más, nueve en la factoría de O Grove y ocho en la de Cambados.
También que la empresa reconociese ‘de facto’ «la antigüedad en todas las empresas ETT anteriores con un solape entre contratos de igual o inferior a seis meses, más un mes a cada persona trabajadora con el fin de incrementar algo la cuantía de la indemnización».
Tras la firma del acuerdo, CC.OO considera «incomprensible» y de «una falta de respeto gravísima» a las personas trabajadoras de Atunlo O Grove «la actitud y conducta» de la CIG, que «se negó a asumir la decisión contundente del personal laboral en la asamblea».
Así, señala que la central sindical nacionalista «puso en riesgo las necesidades mostradas por el personal», ya que la empresa, indica, «exigía unanimidad en la aprobación del acuerdo» y «menos mal que asumió como suficiente la mayoría que tenía CC.OO.
Además, acusa a los representantes de la CIG de «provocación constante» hacia los trabajadores.