Un grupo de trabajadoras del sector de la limpieza de edificios y locales de la provincia de Lugo, en huelga desde el 16 de octubre, han iniciado este viernes un encierro en señal de protesta en las instalaciones de la Delegación de la Xunta para reclamar la «intervención decidida» del gobierno autonómico en el conflicto.
Las profesionales se han encadenado a una escalera interior del edificio en torno a las 13,00 horas mientras la representante de CIG-Servizos en la provincia de Lugo, Asunción Castiñeira, procedía a registrar las firmas ciudadanas recogidas por las trabajadoras durante las últimas semanas en apoyo y solidaridad con el sector.
«La Xunta, como principal cliente de estas empresas que conforman la asociación ASPEL, es parte en este conflicto», ha manifestado, en declaraciones a Europa Press, Castiñeira, para acto seguido denunciar que la patronal de la limpieza lleva meses «manejando absolutamente los tiempos y marcando la agenda de la negociación».
Esta nueva medida de presión ha tenido lugar tan solo dos días después de la segunda reunión de mediación entre patronal y sindicatos celebrada el miércoles en Lugo y que concluyó sin avances significativos. «Sacar de un lado para poner en otro no es ningún avance», ha valorado al respecto la representante de CIG-Servizos.
Castiñeira, que ha denunciado la «actitud de prepotencia y desprecio de la patronal» en la gestión de las negociaciones, ha hecho un nuevo llamamiento al Ejecutivo autonómico a actuar para resolver el conflicto. «La Xunta de Galicia tiene que mediar y tiene que decirle a la patronal que esta situación no puede seguir así y que estas mujeres no pueden seguir en estas condiciones», ha concluido.