Alcoa ha decidido eliminar la presidencia para España, cargo que ocupaba desde principios de año Miguel López-Quesada, dentro de una reestructuración global de la multinacional estadounidense.
López-Quesada, que ostentaba el puesto de director de Asuntos Corporativos y presidente de Alcoa España, abandona así la compañía, que ha decidido no reemplazar el cargo, según informa la empresa.
Álvaro Dorado Baselga, vicepresidente global de Energía del grupo, será el encargado de asumir parte de esas funciones y actuará temporalmente como enlace entre Alcoa y los principales agentes externos en España, «incluidos los gobiernos y las autoridades locales».
Por su parte, Veronica Doig, vicepresidenta de Operaciones, continuará dirigiendo las operaciones de Alcoa en Europa, incluyendo la planta de aluminio de San Cibrao (Lugo).
Estos cambios organizativos se enmarcan dentro de la reestructuración acometida por el grupo ante la «evolución del panorama geopolítico» y que, además, supondrá que el área de Asuntos Corporativos en Europa pasará a depender de Laura Chambers, hasta el momento encargada de la división en América del Sur y Norteamérica.
La multinacional estadounidense trabaja en el reinicio de las cubas para la producción de aluminio primario en su planta en San Cibrao, previsto para el próximo mes de enero.
El pasado mes de septiembre la compañía recibió ya el nuevo transformador principal para la planta, que supuso una inversión de 8,4 millones de euros.
Este transformador, de mayor capacidad que los anteriores, cuenta con ajustador de tensión para poder alimentar a un número variable de cubas y permite aumentos importantes de la intensidad eléctrica en caso de que se requiera en el futuro.