SANTIAGO DE COMPOSTELA / MADRID, 24 (Portaltic/EP)
El 85% de los gallegos teme ser víctima de fraude digital y un 87% considera que tanto las compañías como las administraciones públicas no hacen lo suficiente por protegerles, según pone de manifiesto el estudio ‘Faces of Fraud’, elaborado por SAS, líder en Analytics.
Este documento apunta a que casi la mitad de los españoles (el 44%) ha sufrido algún intento de estafa en el último año, así como un 37% de los gallegos.
El robo de datos bancarios se posiciona como el tipo de fraude más común en la Comunidad, seguido de aquellos fraudes que pretenden engañar a los consumidores haciéndolos creer que han ganado algún tipo de premio económico y la sustracción de datos personales.
Asimismo, los canales más utilizados por los ciberdelincuentes para realizar sus ataques y dirigirse a sus víctimas en Galicia son los teléfonos móviles (75%), el correo electrónico (68%) y WhatsApp (45%).
Este informe, elaborado en base a 13.500 encuestas realizadas a consumidores de 15 países diferentes, muestra que el 37% de los consumidores gallegos no tiene claro las medidas que sus entidades financieras adoptan para protegerlos del fraude u otro tipo de delitos. Por ello, un 87% considera que las organizaciones deberían hacer más para protegerlos, y un 90% cambiaría de banco o aseguradora si los competidores ofrecen mejores medidas de seguridad.
Además, teniendo en cuenta que el 70% planea seguir utilizando los servicios digitales en lugar de acudir a las tiendas físicas, resulta clave que dichas entidades actúen de inmediato e implementen tecnologías innovadoras que les ayuden a garantizar la seguridad de los datos. En este sentido, el 85% de los gallegos está a favor de contar con más comprobaciones en sus transacciones, con el fin de conseguir una mejor protección, mientras que el 72% está incluso dispuesto a utilizar tecnología de biometría e IA para sentirse más protegidos.
«Los ciberdelincuentes utilizan, cada vez más, técnicas muy sofisticadas. Por ello, no es de extrañar la preocupación que tiene la gran mayoría de los consumidores españoles de convertirse en víctimas de cualquier tipo de fraude», afirma Marcos Carrascosa, director de Customer Advisory en SAS Iberia.
«En la actualidad, el riesgo de sufrir un intento de robo de información o estafa es mayor e incluso más dañino que antaño. Por ello, las administraciones públicas y las entidades bancarias y aseguradoras deben considerar la seguridad y la protección de sus clientes como un objetivo clave. Los consumidores son cada vez más conscientes de la seguridad de sus datos, y su protección es motivo suficiente para que tomen decisiones importantes», añade.
Por otra parte, el estudio de SAS muestra que en torno al 30% de los consumidores no tiene claro las medidas que sus entidades financieras adoptan para protegerles del fraude u otros delitos financieros. De hecho, cuando se les preguntó por el impacto de los controles de seguridad en la experiencia del cliente, el 45% considera que es necesario mejorarlos para que el proceso sea más ágil.