El comisionado del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del Vehículo Eléctrico y Conectado (Perte VEC), José María López, ha anunciado este viernes que las próximas convocatorias de ayudas serán «inminentes» y que irán divididas en dos, una para la línea de baterías y otra para la cadena de valor del vehículo eléctrico y conectado.
Así lo ha manifestado López en la clausura del evento ‘El impacto del coche eléctrico en la transformación de la movilidad en Europa’, organizado este viernes por la Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto), L.E.K. Consulting y la Fundación Repsol.
La línea centrada en captación de proyectos de baterías estará dotada de 837 millones, mientras que la focalizada en la fabricación de vehículos eléctricos contará con 1.475 millones.
El Gobierno tiene previsto abrir el 1 de julio el plazo de recepción de ayudas para la primera línea, que finalizará el 15 del mismo mes. La asignación de las ayudas se prevé para el 15 de septiembre.
En referencia a las convocatorias, el comisionado del Perte VEC ha destacado que «es deseo del Ministerio –del que es titular Héctor Gómez– que sea un éxito de participación, así como la resolución de las mismas».
También ha destacado que en el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo van a recibir «todos los comentarios para que abarque al mayor número de empresas y a todo el sector productivo».
En este evento, donde se ha presentado el estudio realizado por L.E.K. Consulting y Sernauto, se han abordado cuestiones como que la legislación y los anuncios por parte de algunas administraciones públicas han provocado que los consumidores retrasen su decisión o su intención de comprar un vehículo de segunda mano.
El estudio, principalmente, aporta datos sobre la realidad presente y futura del vehículo eléctrico en Europa, y cuestiones clave que hay que abordar para conseguir llegar al año 2035 con 5 millones de vehículos eléctricos en España.
Respecto a la tecnología, pone de manifiesto que la transición al vehículo eléctrico basado en baterías requiere de una infraestructura de carga más accesible y suficiente para satisfacer la creciente demanda por el incremento exponencial de la flota de vehículos eléctricos, lo que implica una necesidad de gran inversión por parte de entidades públicas y privadas para garantizar la capacidad de la red eléctrica y de los puntos de recarga de alta potencia.
En lo que respecta al mercado, el informe muestra que el ‘mix’ de tecnologías seguirá siendo necesario para poder dar respuesta a determinadas necesidades de movilidad de los ciudadanos.