El Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, ha decretado la ejecución de la sentencia que emitió el pasado 18 de abril en la que acordó la apertura de liquidación de Maderas Iglesias debido al «incumplimiento» del calendario de pagos del convenio aprobado en septiembre de 2013.
Este convenio, que se enmarca dentro del concurso voluntario de acreedores de la empresa, recogía una serie de fechas para el pago de deudas a diferentes bancos, que no se llegaron a producir, por lo que las entidades financieras presentaron una demanda.
Ahora, la magistrada titular del órgano judicial ha emitido el auto tras la firmeza de la sentencia de abril, que no ha sido recurrida por ninguna de las partes.
Además, el Juzgado ha emitido otro auto en el que designa una administración concursal porque la administración concursal cuyo cese se declaró en la sentencia de septiembre de 2013 no consta ya en la lista de administradores concursales.
Precisamente el comité de empresa de Maderas Iglesias, empresa afincada en O Porriño (Pontevedra) dedicada a la fabricación de tarima flotante, advirtió hace unas semanas de que esta demanda de incumplimiento llevaría al cierre de la compañía.
La representación de los trabajadores, encabezada por la CIG, responsabilizó a las entidades financieras de la posible desaparición de la empresa, que emplea a 170 personas, pero que llegó a tener una plantilla de cientos de operarios y a ser líder mundial del sector.
El comité ya vaticinaba que esta demanda supondría la entrada en liquidación de la empresa, en caso de no aparecer un inversor, «algo muy poco probable teniendo en cuenta que hasta ahora no se produjo».