El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha licitado el contrato de obras de remodelación de la Avenida de Alfonso Molina, en A Coruña, por un presupuesto de 21 millones de euros.
La actuación, de alto impacto para la ciudad de A Coruña y su área metropolitana, tiene como principal objetivo la mejora de la funcionalidad, la capacidad y la seguridad vial de esta avenida. Para ello, se minimizarán los importantes movimientos de trenzado existentes, que se generan especialmente en horas punta entre los nudos de la AP-9, Matogrande-Pocomaco y Ponte da Pedra-San Cristóbal.
Estos trenzados, apunta el Gobierno central, «causan problemas de seguridad vial que dan lugar a retenciones, congestión, ruido y contaminación, con una afectación global a los accesos a la ciudad y finalmente a la movilidad de toda el área metropolitana».
Para lograr este objetivo, han sido proyectadas nuevas vías de servicio laterales en ambos sentidos de circulación que permiten reordenar los accesos existentes, por lo que será necesario reponer las dos pasarelas peatonales afectadas que cruzan la avenida.
Por último, se completará el movimiento del enlace de Ponte da Pedra hacia la AC-10 (puerto) y barrio de Matogrande desde el centro de la ciudad.
Por otra parte, el ministerio ya está ultimando los pasos para finalizar y aprobar el otro proyecto previsto para esta misma avenida: el de integración ambiental. Esta actuación, financiada por el Plan de Recuperación, incorpora diversos aspectos que mejoran la integración urbana de la actuación y aportan seguridad vial a los usuarios vulnerables (peatones, ciclistas y movilidad alternativa).
Algunos elementos proyectados son nuevas sendas, vías ciclables, plantaciones y pantallas vegetales, una nueva pasarela peatonal sobre el vial Matogrande-Pocomaco, que facilitará el acceso hacia la universidad, y nuevos viales que posibilitan la realización de nuevos movimientos y accesos.
Por su parte, siguen en ejecución las obras de construcción de la pasarela peatonal entre los barrios de Pedralonga y Palavea, sobre la propia AC-11. Estas obras, al igual que la intervención de integración ambiental, también corren a cargo del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.