Unións Agrarias (UPA) ha reclamado a las administraciones «soluciones rápidas» para «salvar el futuro» del sector apícola ante la «grave crisis» que vive en Galicia por el «brutal incremento» de los costes de producción de la miel que, sumado a las plagas, ha causado un descenso del 50% de la producción en los últimos años.
Precisamente, ante esta sitaución, el secretario de organización sectorial de UPA, Félix Porto, ha instado a todos los profesionales apícolas a participar en la movilización del próximo jueves en Madrid en la que reclamarán ayudas directas para abaratar los costes de producción, así como que se controlen las importaciones y su etiquetado.
Lo ha hecho en una rueda de prensa celebrada este lunes en la sede de la organización agraria acompañado del responsable de apicultura de UPA, Roi Regueira, en la que ambos han mostrado su preocupación por la «grave situación» que viven los 300 profesionales que se dedican a esta actividad en Galicia.
Una caída del 50% en la producción de miel en los últimos años es el dato que lleva a las organizaciones agrarias a manifestarse el próximo 9 de marzo a las puertas del Ministerio de Agricultura, al que le exigen que amortigüe «de alguna forma» la pérdida en rentabilidad que sufre el sector.
En este sentido, Porto ha expresado que, pese a las reuniones mantenidas con el Ministerio en los últimos meses, todavía no se ha alcanzado ningún acuerdo sobre los mecanismos que se deberán tomar institucionalmente para evitar que «desaparezcan un gran número» de apicultores profesionales.
Asimismo, Porto ha apelado a la Ley de cadena alimentaria, la cual dice que ninguna producción se puede vender por debajo de lo que cuesta, algo que, según él, ocurre ahora mismo con la miel. «Los 3,5 euros que los productores reciben por kilo de miel en este momento están muy lejos de cubrir los gastos», ha afirmado.
LA GUERRA Y LAS PLAGAS ENCARECEN LA PRODUCCIÓN
La organización ha explicado que uno de los motivos de la inflación que sufre el producto ahora mismo tiene que ver con el aumento del coste de muchos inputs, como el combustible o los medios de envasado, que han duplicado su precio en el último año a causa de la guerra de Ucrania.
A este factor, se le suma también el cambio climático, que, aparte de olas de calor, provoca incendios que obligan a mover las explotaciones de su lugar original. Además, la producción de miel se complica con la incesante presencia de depredadores, como la avispa velutina, y la plaga de la varroa, un ácaro que transmite una enfermedad a las abejas y ocasiona la muerte de colmenas enteras.
Al respecto de esto, el responsable de apicultura de UPA ha lamentado que el tratamiento de esta enfermedad, que en muchos casos es «inevitable», ha sufrido un «gran incremento» en su precio por la situación geopolítica, lo cual aumenta más la «presión económica insoportable» sobre los apicultores profesionales.
ETIQUETADO DEFICIENTE
Otra de las problemáticas que afectan a la baja competitividad del producto que comercializa el apicultor gallego es la gran cantidad de marcas que «venden su producto como nacional», cuando el mayor porcentaje de este ha sido recolectado en otros países, bajo la leyenda de «mezcla de mieles originarias y no originarias de la CE».
Un «etiquetado deficiente» que lastra a las explotaciones nacionales, ya que el precio de sus tarros no es competitivo contra los bajos precios que tiene la miel de lugares como China, Argentina o Turquía, que entra en el comercio local «sin ningún tipo de control».
Por este motivo, la organización reclama al Gobierno que se activen mecanismos para hacer frente a esta amenaza, como campañas de información y formación a nivel institucional que ayuden al consumidor a reconocer la procedencia del producto.
Esta será una de las múltiples reclamaciones que los profesionales del sector apícola expresarán en Madrid el próximo 9 de marzo en Madrid, en una movilización que pretende salvar el futuro de esta actividad que, aparte de su función económica, tiene un «gran valor medioambiental».