La inflación «desbocada» ha llevado a que el comercio gallego facture «entre un 10 y un 20 por ciento» menos a lo largo del pasado año, según estimaciones que hacía el presidente de la Federación Galega do Comercio, el lucense José María Seijas.
En concreto, ha detallado que el dinero «se va en el recibo de la luz o en combustible» y ya «no queda para comprar en el comercio». «Se nota mucho la inflación, los productos nos los suben, nosotros también tenemos gastos y hay que mantener el equilibrio para poder subsistir, esperando que a partir de mediados de año en adelante, esto cambie un poco y mejore a nivel familiar y de comercio», ha subrayado.
Seijas, sobre el porcentaje en la facturación, ha advertido que «es significativo lo que se gasta en otros temas», ha reiterado, para añadir a renglón seguido que ese coste «repercuta negativamente en el comercio». «A nosotros nos suben también los gastos, eso se deja sentir en la facturación», ha sentenciado.
Al respecto, ha añadido que las ventas han bajado y, por tanto, la facturación, durante el 2022, ha sido «entre un 10 y un 20 por ciento» menor.
Seijas tampoco ha pasado por alto el tema de rebajas, y ha reconocido que las de enero fueron «unas malas rebajas, porque se vendió de antemano y solo hubo movimientos los dos o tres primeros días», después de Reyes.
Ante este panorama, el responsable de la Federación Galega do Comercio ha vuelto a reclamar del Gobierno central que «de una vez por todas vuelva a fijar las fechas más convenientes, lo mismo para el consumidor que para los comerciantes».
«Las rebajas empiezan el 1 de enero y acaban el 31 de diciembre, la gente no espera por esas fechas sino que ya lo tienen en casa. De las rebajas ya solo queda el nombre», ha protestado, finalmente, el empresario lucense.