El comercio gallego ha puesto el grito en el cielo por la inflación «desbocada» que afecta a su facturación y aventuran que será «peor» en los últimos meses de este año y los primeros de 2023.
El presidente de la Federación Gallega del Comercio, José María Seijas, ha avisado que «la inflación, la desconfianza del consumidor y el retraimiento de las compras van a hacer que sean difíciles estos últimos meses del año y los primeros de 2023».
El líder de los comerciantes gallegos no esconde que el ascenso de los precios ha provocado que «caigan las ventas». «Todo influye, pero no cabe duda que las economías familiares se están resintiendo. Hay un porcentaje de muchas familias que pasan dificultades para llegar a fin de mes, el ahorro está creciendo pero no está repartido», ha advertido.
Tanto es así que «hay familias que no tienen problemas, pero más de un 50% de las familias no llegan a fin de mes, lo cual quiere decir que ese dinero que se gasta en electricidad y en el combustible afectan al comercio y la facturación es más limitada».
En otro orden de temas, José María Seijas, ha lamentado el «palo» que supone para A Mariña de Lugo el veto impuesto por la Unión Europea a la pesca de fondo, que afecta sobre todo a los puertos de Burela y de Celerio en el concello de Viveiro.
El empresario lucense ha destacado que «los principales puentes de trabajo que tenían en la costa se vienen abajo, porque la pesca en estas zonas es vital». «Muchísima gente vive de la pesca y esto va a repercutir no solo en el comercio local, si no en toda la provincia» de Lugo.