La Confederación de Empresarios de Ourense ha respondido en el segundo día de huelga del sector siderometal de la provincia. Las organizaciones empresariales que forman parte de la Mesa Negociadora del Convenio Colectivo cifran en torno a un 30% el seguimiento del paro, mientras que los sindicatos hablan de un «70% alto».
La patronal afirma que el paro ha tenido «un seguimiento desigual en las empresas» y lamenta que «en algunos casos» los trabajadores «no han podido acudir libremente a su puesto por la presión o la coacción de los piquetes».
Hacen referencia en este punto a «incidentes como lanzamientos de piedras o ruptura de cristales como parte de las protestas de los trabajadores del sector», acciones que critican como «impropias de piquetes informativos» y que tachan de «no favorecer la disposición de poner fin a la huelga lo antes posible».
Al respecto de esta situación las, centrales sindicales aseguran que los piquetes «se limitaron a informar a los distintos compañeros y compañeras». Indican que «han sido concurridos y multitudinarios», pero que «en ningún momento se produjeron actos violentos».
Desde CIG-Industria señalan que «en el día de ayer y en el día de hoy ha habido compañeros que dejaron de trabajar, cerraron las puertas y se unieron al piquete, y todo el mundo se solidarizó con ellos, brindamos un aplauso y no hubo mayores problemas».
Sobre el paro desigual, el secretario comarcal de CIG Industria en Ourense, Indalecio Gómez, también se muestra en desacuerdo. «Solo se me ocurre subrayar una empresa donde el seguimiento no fue mayoritario, es Revi, y si es cierto que tiene un número importante de trabajadores, pero solo se me ocurre esa. Reiteramos que estamos hablando de que las empresas más importantes del sector están paralizadas», ha trasladado.
De este modo, pide que la patronal aclare si con seguimiento del 30% se refiere a la ciudad de Ourense o a toda la provincia, porque el convenio es para toda la provincia «pero es cierto que el mayor seguimiento tanto de huelga como de manifestación se está realizando en la propia ciudad de Ourense», porque según explica Gómez O Barco de Valdeorras y Verín «tienen una menor industria».
Pero aún así, «después de terminar la manifestación en Ourense ciframos el seguimiento en un 70 y pico por cierto, un 70 alto», ha agregado.
CONVENIO OURENSANO
La parte empresarial sostiene que las diferencias entre el convenio ourensano y el de las provincias de A Coruña o Pontevedra se debe a que existe el concepto de antigüedad, un quinquenio al 6%, y que la jornada laboral termina el viernes.
«Mientras que en esos convenios los sindicatos han negociado sus dos puntos a cambio de mejoras salariales y de reducciones de jornada en Ourense se han negado sistemáticamente a negociar», afean desde la patronal, que ha subrayado que «las diferencias entre los convenios hay que buscarlas no sólo en la tabla salarial, sino también en el texto».
Las centrales sindicales responden que es cierto que el convenio ourensano tiene la jornada de lunes a viernes, pero también apuntan a que «hay empresas importantes que no lo respetan en absoluto» y trabajan jornadas de lunes a domingo. «Hemos puesto denuncias a inspección de trabajo que nos han dado la razón», han argumentado.
Asimismo, sostienen que el concepto de antigüedad «garantiza un poco el poder adquisitivo», pero inciden en que los convenios tienen «una brecha salarial de alrededor de trescientos euros hablando en bruto», a pesar de desempeñar «exactamente el mismo trabajo», porque los representantes sindicales manifiestan que «aunque los mecánicos de Pontevedra tiene la posibilidad por su convenio de trabajar hasta el sábado, los turnos son al igual que en Ourense de lunes a viernes».
MANIFESTACIÓN
Al igual que ocurrió ayer en el primer día de paro del sector siderometal ourensano, hoy trabajadores y representantes sindicales se han movilizado desde el edificio sindical hasta las puertas de la Confederación de Empresarios de Ourense mostrando su malestar.
«No habíamos visto una manifestación con tanta participación en años, los trabajadores han demostrado que están, en un ataque de dignidad, enfadados, hartos y denunciando que se les ningunea. Quieren recuperar lo que ellos ganan con su propio sudor», subrayan los sindicatos convocantes –CIG, UGT y CCOO–, que recuerdan que no convocaban una huelga conjunta desde hace 22 años.
Del mismo modo, inciden en que los trabajadores «tienen derecho a recibir una parte de la riqueza que producen» por eso «están pidiendo algo tan básico y sencillo como el IPC real».
En este sentido, han recordado que el año pasado el convenio del siderometal tuvo un incremento del 1.5% desde junio, un 0,75 desde enero, y el IPC se cerró con un 6,5 y este año está sobre el 10%. Así critican la oferta de la patronal: «Todos sabemos cuál es, simplemente pedimos no perder poder adquisitivo».
Rememoran que la CEO limita la subida salarial al 4% para los distintos años de vigencia del convenio, es decir hasta el 2024, y que ellos piden el incremento del 6.5% para los años 2022-2023 y el 5% para el año 2024, con una cláusula de revisión salarial.
«FIRME VOLUNTAD NEGOCIADORA»
Desde las organizaciones empresariales del sector metal dicen mantener «una firme voluntad negociadora» para tratar de llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes que «evite la convocatoria con carácter indefinido de la huelga», con la que amenaza el sector a partir del 5 de octubre.
Mientras, los sindicatos sostienen que «la gente está cada vez más convencida de que la reivindicación es más que justa» y creen que «más pronto que tarde se conquistará lo que pedimos».