Centenares de personas se han manifestado este jueves por las calles de Vigo en defensa del naval de la comarca para exigir a la Xunta de Galicia y al Gobierno central una «respuesta efectiva y urgente» ante la situación que atraviesan las empresas del sector.
La protesta, convocada por la CIG, ha salido del cruce de los Llorones de la ciudad olívica a las 19,00 horas y ha finalizado minutos antes de las 20,00 horas en la sede de la Delegación de la Xunta en Vigo.
Tras una pancarta en la que podía leerse ‘Salvemos o naval. Polo futuro industrial da comarca de Vigo’ (Salemos el naval. Por el futuro industrial de la comarca de Vigo), cientos de personas han gritado y protestado por la situación que vive el sector.
Tal como han reivindicado desde la central sindical, el naval es una actividad «estratégica e imprescindible» para el futuro industrial de Vigo y del conjunto de Galicia, por eso han exigido medidas que «blinden» al sector y garanticen el empleo.
«Llevamos mucho tiempo, demasiado ya, alertando del momento crítico que atraviesa el naval. Con el antiguo Vulcano en un impás lleno de incertidumbres. Con Barreras en un proceso concursal en el que únicamente se van a garantizar 20 empleos. Y con Metalships sin apenas carga de trabajo», ha lamentado el secretario comarcal de la central sindical, Alberto Gonçalves, durante la manifestación.
En este sentido, también ha criticado la imposición de condiciones laborales «precarias», con un aumento de la temporalidad y de la subcontratación.
Para la CIG, esta situación tiene «responsables y culpables». En el caso de Barreras, ha apuntado hacia la «sucesión de desastres» de gestión por parte primero del grupo García Costas, después por parte de Pemex y finalmente de Ritz Carlton.
«Un empresariado privado con una gestión nefasta y envuelto en sombras de corrupción, que fue incapaz de poner en marcha las enormes potencialidades del mayor astillero privado de España», ha criticado Gonçalves.
Según él, durante todo este tiempo la Xunta «no hizo nada» y el Gobierno central mostró «indiferencia», por lo que ha reclamado una «enérgica» intervención pública que ofrezca «garantías, certidumbre y estabilidad» al naval.