Fusiones voluntarias y potenciar la coordinación son algunas de las vías propuestas por expertos, técnicos y políticos para superar los problemas derivados de la pequeña dimensión de los ayuntamientos y mejorar la calidad de los servicios.
Así lo reflejan, según ha informado la Xunta, las entrevistas cualitativas realizadas a lo largo de los meses de abril y mayo, en el marco del trabajo impulsado por la Dirección Xeral de Administración Local en colaboración con la Fundación Juana de Vega y las tres universidades gallegas para el estudio de la planta local gallega y el impulso de nuevos procesos de fusión municipal.
Los resultados de las encuestas hechas entre una treintena de expertos fueran analizadas esta semana en una reunión que presidió la directora xeral de Administración Local, Natalia Prieto, y a la que asistieron también representantes de la Fundación Juana de Vega y de los equipos de las tres universidades gallegas que participaron en el estudio.
Las entrevistas fueron realizadas a representantes del área política (alcaldes, alcaldesas, concejales y otros representantes políticos), a técnicos (secretarios de los ayuntamientos, interventores y otras figuras técnicas ligadas a la administración local) y a otros representantes de la sociedad civil (empresarios, profesionales, profesores, ganaderos y representantes de los trabajadores, entre otros).
Su objetivo era conocer la opinión sobre el diagnóstico de la situación de los ayuntamientos, las alternativas para que estos mejoren la prestación de servicios y también conocer las implicaciones que podría tener la reforma de la planta municipal. Los entrevistados ponen el énfasis en las carencias y deficiencias, pudiéndose clasificar estas en cuatro grandes grupos.
GESTIÓN «DEFICIENTE» Y PÉRDIDA DEMOGRÁFICA
El primer grupo de deficiencias es el relacionado con las dinámicas poblacionales o sociales, como la pérdida demográfica y el envejecimiento; el segundo se centra en los aspectos de la gestión de los ayuntamientos poniendo el énfasis en la deficiente gestión, la falta de autonomía o la falta de coordinación institucional.
El tercer grupo hace referencia a los problemas económicos, falta de recursos, falta de personal cualificado, carencia de infraestructuras, o la elevada dependencia económica de otras administraciones.
Por último, estarían las cuestiones territoriales relativas a la dispersión y el tamaño y, en general, a la ausencia de un modelo territorial. Dentro de estas carencias, las que tienen mayor peso en el argumentario de los entrevistados son las económicas, seguidas de las de gestión, situándose en último lugar las territoriales.
En lo que se refiere a las alternativas para la mejora de la prestación de servicios, se concluye que es preciso actuar y acometer reformas de la planta municipal, si bien emplean diferentes lógicas contrapuestas para este análisis.
DISEÑO DE POLÍTICAS TRANSVERSALES
Unos se centran en los aspectos locales y otros entienden el proceso dentro de un contexto más global que no puede omitirse, como las dinámicas demográficas y de urbanización, o los cambios de modelo de trabajo y patrones de consumo, lo que implicaría el diseño de políticas transversales más allá de una simple reforma de la planta local.
Otra lógica contrapone el racional, fundamentalmente de carácter material y económico, relacionado con la eficiencia económica como instrumento para la mejora de la prestación de los servicios, frente a una argumentación de carácter más emotiva, en la que entran valores identitarios.
En cualquier caso, en la mayoría de los entrevistados predomina la lógica racional y económica para justificar la reforma de la planta local, también presente en los que tienen un argumentario de carácter más emotivo.
VISIONES CONTRAPUESTAS
Por último también en el ámbito de las alternativas hay dos argumentos que chocan, por un lado están los que defienden una reforma de arriba hacia abajo en la que sería la administración autonómica la que debe impulsar la reforma frente a otros que señalan que los procesos de reforma deben contar con la ciudadanía siguiendo un modelo de abajo hacia arriba, siendo esta última la visión predominante.
En cualquier caso los entrevistados asumen que el proceso de reforma de la planta local debe ser liderado por las administraciones pero con participación ciudadana, siendo esta la percepción más fuerte.
Este liderazgo de la administración debe darse no solo cuando se trate de reformar la planta local, sino también en otros aspectos orientados a la mejora de la gestión de los ayuntamientos (digitalización y modernización, calidad de los servicios, …) y en las cuestiones políticas relacionadas con la reforma de la financiación local o con la delimitación de las competencias municipales entre otras.
Por último, ya en vez de la opinión con respecto a los procesos de fusión propiamente dichos, el posicionamiento predominante en los entrevistados es lo que apuesta por las fusiones voluntarias, como así aparecía también reflejado en la encuesta realizada a la población gallega, seguida de la búsqueda de otras fórmulas de cooperación o colaboración administrativa, situándose en último lugar los que apuestan por las fusiones obligatorias.
ENCUESTAS A LA POBLACIÓN GALLEGA
Las encuestas a la población gallega se hicieron con carácter previo y las primeras conclusiones muestran que la ciudadanía tiene una predisposición favorable a la fusión voluntaria de los ayuntamientos, y considera que la reducción del número de estos mejoraría su capacidad de prestación de servicios.
El objetivo general de la encuesta era el de conocer la opinión de la ciudadanía sobre las fusiones municipales y otras alternativas de adaptación de la planta local y se centró en cuatro objetivos específicos: conocer cuál es el diagnóstico que hace la ciudadanía de la situación de los ayuntamientos y a qué se dedican, detectar el sentimiento identitario con respecto a las entidades territoriales, conocer la valoración que hace con respecto a una serie de alternativas para la remodelación del mapa municipal y, por último, pulsar la sensación de la población respecto de las implicaciones que piensa que tendría cambiar el mapa municipal.
Las conclusión de la encuesta realizada a un millar de gallegos se va a sumar a los resultados de las entrevistas a los expertos y formará parte del estudio de reforma del mapa municipal gallego y el impulso de nuevos procesos de fusión municipal, al que la Xunta destina 72.600 euros y que se está desarrollando en colaboración con la Fundación Juana de Vega y las tres universidades gallegas.