El sector de la construcción de Galicia parará este viernes por falta de suministros y stock, según ha avanzado el presidente de la patronal de la construcción gallega, Diego Vázquez Reino, en una rueda de prensa celebrada este jueves por la Confederación de Empresarios de Galicia para dar cuenta de los efectos de la guerra en Ucrania en la economía.

Reino ha insistido en que el paro no es una medida de presión ante la situación, que sí ha criticado, sino por una falta de suministros que les impide continuar trabajando. «Hemos estado modulando los trabajos y los stocks para no parar la actividad del todo, a la espera de que hubiese algún anuncia de soluciones para todo esto», ha señalado el presidente de la patronal, que ha apuntado además que, de alargarse el parón, tendrán que solicitar Ertes o suspensión de contratos.

Según ha explicado, esta situación se produce tras los sucesivos paros desde principios de semana en la industria cementera, y por tanto en la del hormigón, así como en la de producción de elementos siderúrgicos.

Ha asegurado además que la «espiral alcista» en la que se ven inmersos los costes de combustibles y energía, sus costes productivos han aumentado un 22%. «Muchos de los que estamos aquí estimamos que además no volveremos a las condiciones de precios anteriores», ha comentado en referencia a los demás sectores representados en la rueda de prensa –el pesquero y el industrial–.

Al hilo de esto, también se ha referido a la «especulación» en los precios del petróleo y betunes. «Están jugando con la supervivencia de muchas empresas. Basta ya de este tipo de conductas», ha afeado Reino, que ha recordado que el sector representa el 10% del PIB gallego y cuenta con 80.000 trabajadores directos.

En este contexto, agravado por la huelga de transportes, el representante de la construcción gallega ha asegurado que no pueden «hacer frente» a los contratos en vigor en estas condiciones. Entre ellos, los públicos –«un porcentaje muy elevado de la actividad»–, por lo que han solicitado que se declare «una causa de fuerza mayor» y se «renegocien» los contratos en vigor.

«Veníamos de un escenario en 2021 en el que se había establecido un tope para licitaciones en Administraciones públicas de 1.200 millones de euros, que no se daba desde hace más de 10 años. Una noticia que ilusionaba al sector, pero ahora todo ha saltado por los aires», ha lamentado.

SECTOR METALÚRGICO

En la misma línea va el análisis planteado por el representante de la Asociación de Industrias del Metal y Tecnologías Asociadas de Galicia (Asime), Enrique Mallón, que ha denunciado la falta de materias primas –muchas de ellas importadas de Rusia– debido al conflicto bélico y la dificultad para su distribución por la huelga en el transporte.

Mallón ha recordado que el sector del metal es «fundamental» para la economía gallega, ya que supone alrededor del 20% del PIB de Galicia y concentra a más de 57.000 trabajadores.

«Empezamos a tener problemas serios para cumplir contratos en aeronáutica y automoción, entre otros, lo que conlleva sanciones», ha alertado Mallón, que ha detallado que la crisis ucraniana está afectando especialmente a la importación de materias primas como el acero o el paladio –Rusia produce cerca del 40% de este metal, clave para la automoción y la maquinaria especial–. Esto, ha insistido, ha provocado parones en distintas plantes de España.

Respecto a la huelga en el transporte, Mallón ha tachado de «intolerable e inadmisible» las agresiones y la violencia. «No podemos hacer de altavoz de un grupo muy reducido que está provocando parálisis en algunos sectores», ha defendido. En este sentido, ha solicitado que no se corten las cadenas de suministro.

Mallón propone utilizar los fondos Next Generation para apoyar la producción de materias primas en suelo gallego y europeo. «Esperemos que despierten del letargo que vienen protagonizando en cuanto a materias primas y energía en las últimas décadas», ha señalado.

«Debemos utilizar todas las fuentes de energía disponibles, como hacen otros países europeos. En un momento de crisis, hay que adoptar medidas urgentes y ágiles que resuelvan la situación, aunque siempre corriendo en paralelo con la transición energética que todos apoyamos», ha explicado Mallón que, ha deslizado además, que «en España hay demasiado buenismo» respecto a la producción energética.

«El colapso del sector perjudicaría más al país que que el Estado recaude un poco más o un poco menos», ha concluido Mallón, que ha insistido en el riesgo por «los altos precios energéticos». «Los expertos señalan que si se incrementan en un 50% los costes, perderíamos el saldo positivo de la balanza comercial española», ha remarcado.

SECTOR PESQUERO

Otro sector que ha denunciado la situación extrema en la que se encuentra ha sido el pesquero, como ha denunciado el presidente de la Cooperativa de Armadores de Pesca del Puerto de Vigo, Javier Touza. Tal y como ha indicado, a las restricciones causadas por el Brexit y por la pandemia de Covid-19, se suma ahora la guerra en Ucrania.

«De un año para aquí se ha triplicado el coste del gasoil marino, del 0,3 al euro, lo que es inviable para flotas que consumen tres millones de litros al año», ha explicado. Ese es uno de los motivos, ha apuntado, por el que las flotas están paradas. «No sabemos por cuanto tiempo, pero es inasumible salir a pescar a euro el litro», ha insistido, además de apuntar que por ejemplo, en Vigo, cifran las pérdidas en los dos millones de euros diarios.

El otro aspecto clave es la huelga «salvaje» del transporte. «Solicitamos la creación de corredores alimentarios, que hablamos de productos perecederos. Hoy hemos tenido que destruir pescado, por ejemplo. El poco producto que se vende es al mercado local, que no lo puede absorber todo», ha explicado Touza.

«Necesitamos soluciones ya», ha afirmado, tras lo que ha detallado algunas de las propuestas por Arvi, como son la exoneración de cuotas de la Seguridad Social, la supresión de las tasas portuarias para pescado fresco y congelado, «algo que parece que la Xunta ya tiene en marcha en los puertos gallegos, pero necesario en todos los puertos estatales»; o la bajada del IVA del pescado, entre otras.

Otro de los puntos que más preocupa a Touza son las peticiones de desguace. «El Gobierno español y Bruselas tienen que considerar muy en serio perder la soberanía alimentaria. Cuanto más se reduzca la flota, más vamos a depender del exterior», ha señalado.

«TORMENTA PERFECTA»

A nivel más genérico se ha expresado el presidente de la CEG, Juan Manuel Vieites, que ha explicado que la crisis ucraniana, y también la huelga de transportes, han cortado la recuperación sostenible con la que se contaba, a lo que se añade además una situación de «volatilidad e incertidumbre».

Vieites ha definido la situación como «la tormenta perfecta» y ha apuntado que, aunque las empresas estén llevando a cabo planes de contingencia, las Administraciones también tienen responsabilidades. «Pueden tomar medidas, por ejemplo, en los precios desorbitados del combustible, en los impuestos, como ya han hecho otros países».

Solicitan también la retirada coyuntural de la tasa al CO2, una moratoria de un año de los préstamos ICO, abrir mercados alternativos de aprovisionamiento «para que no sea necesario parar» y adaptar los precios de los contratos públicos a la realidad del mercado.

Respecto al amparo comunitario, piden acelerar la puesta en marcha de los fondos Next Generation y, a medio y largo plazo, «robustecer el tejido productivo» y potenciar las energías renovables, de menor coste, sobre las fósiles; así como sostener la demanda interna como «elemento vital para la recuperación económica».