El comité de empresa de Alu Ibérica en A Coruña ha ofrecido a Alcoa «sentarse a negociar» para buscar alternativas «satisfactorias» a su propuesta de indemnizaciones, que no había alcanzado la unanimidad de los trabajadores en los referéndums celebrados el viernes en la planta coruñesa y en la de Avilés.
Así, ha instado a Alcoa a buscar otras alternativas de acuerdo a su propuesta porque consideran que plantean exigencias «inviables» con la única finalidad de «enfrentar a las plantillas» de la factoría coruñesa y de de Avilés. En este sentido, cualifican la propuesta de la multinacional como «un chantaje a los trabajadores».
En un comunicado, el comité de empresa ha asegurado que, como comité, «en ningún momento» han rechazado la propuesta de Alcoa, pero sí han constatado que no se cumple el primer criterio que exigía la multinacional, que consistía en que la totalidad de los afectados de las dos plantas estuviesen de acuerdo en «desistir y renunciar» a sus «acciones judiciales individuales» contra Alcoa y sus empresas asociadas o vinculadas.
Para esto, cada trabajador debía firmar un documento «individual» de renuncia. El comité ha afirmado que ya se esperaban que no todos los trabajadores firmasen dicho documento.
De este modo, los representantes de los trabajadores en A Coruña han anunciado que, a juicio de que el referéndum del pasado viernes no arrojó la «unanimidad requerida» — 222 votos a favor, 36 en contra y 3 en blanco –, que supondría el despido colectivo de todos los empleados por el ERE presentado por la administración concursal el pasado 18 de febrero, ofrecen a Alcoa «sentarse a negociar» para desarrollar una propuesta «satisfactoria» para la totalidad de la plantilla y así poder alcanzar la unanimidad que pretende.
En este mismo comunicado también han pedido «no entrar a la situación de enfrentamiento» que busca Alcoa porque aseguran que la «única culpable» de que la actual propuesta sea «imposible» de cumplir, es la propia multinacional.
Alcoa había planteado a las plantillas gallega y asturiana el pasado 3 de marzo un acuerdo que diese carpetazo a todos los procedimientos legales relacionados con la venta de sus antiguas plantas en Avilés y A Coruña y que permitiera una solución «rápida y razonable» para todas las partes involucradas.
Las plantas fueron vendidas a Parter en 2019, en un proceso avalado por el Gobierno español y respaldado por los representantes de los trabajadores.