Sindicatos del astillero vigués Hijos de J. Barreras han pedido a la Xunta que se posicione «explícitamente» a favor de Gondán entre las tres ofertas presentadas en el proceso de compra de la unidad productiva de la compañía.

Así lo han señalado este miércoles en Vigo tras reunirse con el director del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape), Fernando Guldrís, y otros representantes de la Xunta.

En este sentido, desde Comisiones Obreras (CC.OO.) Ramón Sarmiento ha indicado que tanto su organización sindical como CIG y UGT están de acuerdo en que la mejor opción para Barreras es Gondán, ya que en su oferta «despliega de forma muy pormenorizada el proyecto que tiene para la compañía», tanto en el ámbito de la carga de trabajo como en el aspecto social, manteniendo los puestos de trabajo.

De esta manera, ha explicado que «desde un primer momento» los sindicatos descartaron la opción de Marina Meridional ya que, a su juicio, «documentalmente no es capaz de acreditar haber gestionado ni participado en la construcción de ningún buque», ni tampoco «tener equipo para gestionar un astillero como Barreras».

Entre Gondán y Armón, los sindicatos prefieren Gondán, debido a que Armón solo mantendría a 20 trabajadores de la plantilla actual de la empresa. Además, según Sarmiento, tras las mejoras de las ofertas, «los últimos movimientos equilibran bastante la opción económica», ya que, aunque Armón ofrece más dinero por la compra, tendría que hacerse cargo de la restricción del contrato de unos 100 empleados.

Por todo ello, ha pedido a la Xunta que se posicione «explícitamente» en favor de Gondán, como lo harán los propios sindicatos en el proceso judicial la semana que viene. En este sentido, ha recordado que el Gobierno gallego podría hacerlo a través de la Autoridad Portuaria de Vigo o a través de su posicionamiento público.

DOS OPCIONES «MUY SIMILARES»

En la misma línea ha hablado el delegado de la CIG en Barreras, Rafael Pérez Castro, quien ha indicado que en la actualidad hay dos ofertas para Barreras que son «muy similares». Sin embargo, distan mucho en el ámbito social, ya que Armón pretende quedarse solo con 20 trabajadores y Gondán con toda la plantilla.

Por ello, ha solicitado también a la Xunta que se posicione «claramente» y diga tanto de forma pública como en el proceso judicial cuál es la mejor opción que ven para la compañía.

También Rubén Pérez de UGT ha indicado que la oferta de Gondán reúne los tres requisitos que se buscaban: que tuviese un proyecto industrial sólido, que se vendiese no solo la parte de la concesión sino también los talleres de la calle Tomás Alonso y que se mantuviese al total de la plantilla.

«Entendemos que Gondán hace una apuesta clara y decidida para reactivar el astillero contando con el actual cuadro de personal», ha reivindicado Pérez, explicando que propone dos barcos para una construcción «inmediata».

En este sentido, ha solicitado a la Administración gallega que el Puerto de Vigo haga un informe favorable para que se puedan alinear todos los agentes sociales, sindicatos y Administración en la salida de una oferta que garantiza la continuidad de la empresa y de los puestos de trabajo.

CONCURSO DE ACREEDORES

El astillero Hijos de J. Barreras presentó a principios de este año la solicitud de declaración de concurso voluntario de acreedores en el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, como consecuencia de la situación del sector y la incapacidad de la compañía para asegurarse ingresos recurrentes vía la adjudicación de la construcción de nuevos buques.

Con la presentación del concurso, la compañía pidió la venta de la unidad productiva antes de la fase de liquidación, buscando una alternativa a través de un proceso concursal en la modalidad de ‘prepack’, para vender dicha unidad productiva desgajada del resto de activos, deudas y de la propia sociedad. Fueron tres las compañías que optaron a la compra, Armón, Gondán y Marina Meridional.

Todo ello después de que Barreras, en manos de Ritz Carlton, contratase hace unos meses a la consultora Kroll para gestionar el proceso de venta, tras el fracaso de los últimos proyectos, con contratos anulados, otros que no llegaron a formalizarse y con un yate-crucero de lujo que se está terminando en Santander.