El sector conservero ha activado todas las alertas y no oculta su «gran preocupación» por la situación de Ucrania, principal proveedor de aceite de girasol de España, al tiempo que las empresas han activado planes de contingencia y urgen «alternativas» por el riesgo de que se produzca un «desajuste entre la oferta y la demanda» en «tres semanas o un mes».
Así lo ha trasladado el secretario general de Anfaco (Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescados y Mariscos), Juan Manuel Vieites, quien ha incicido en que hay «nerviosismo» entre las empresas del sector por la «gran incertidumbre» que supone el conflicto bélico en Ucrania. «Las plantas de refinado (de aceite de girasol) en Ucrania están totalmente bloqueadas, no hay circulación de buques en el Bósforo y los seguros no cubren los riesgos asociados a una guerra», ha advertido.
Al respecto, ha confirmado que las empresas han activado sus planes de contigencia porque, mientras que «antes tenían compras aseguradas para 6 meses, ahora pueden quedar desabastecidas». Asimismo, Vieites ha explicado que el sector ha empezado a moverse ya a través de la Federación de la Industria de Alimentación y Bebidas (FIAB) y de la propia CEOE.
En esa línea, ha reclamado medidas «excepcionales» a las administraciones española y europea para que el sector pueda garantizar la producción. Entre esas medidas estaría la «suspensión de barreras técnicas y arancelarias» para favorecer el aprovisionamiento de materia prima.
Juan Manuel Vieites ha matizado, en todo caso, que las posibles alternativas para la importación de aceite de girasol (Francia, Moldavia o Bulgaria) no reportarían una producción suficiente para hacer frente a la demanda de una industria que, anualmente, emplea 98.000 toneladas de aceites (el 44 por ciento de las conservas utilizan aceite de oliva, mientras que el 56 por ciento se fabrica con aceite de girasol). Así, el 70 % del aceite de girasol que España importa procede de Ucrania.
Con respecto al impacto del conflicto en la balanza comercial del sector conservero, el secretario general de Anfaco ha señalado que Ucrania, pese a que se había convertido en un mercado emergente, no tiene un peso importante en las exportaciones de la conserva española. Según ha explicado, en 2021 el principal grupo de exportación fue el pescado congelado (especialmente merluza argentina), mientras que exportación de conservas a Ucrania fue de 368 toneladas, la mayor parte atún, por valor de algo más de 2,5 millones de euros.
En cuanto a las relaciones comerciales con Rusia, Vieites ha recordado que, ya desde 2013, este país prohíbe la importación de pescado y productos de la pesca desde España, y el veto se ha renovado a finales de 2021. Las sanciones impuestas por la UE tras la invasión de Ucrania, hacen prever al sector nuevas «contrapartidas rusas», que «podrían complicar más las relaciones comerciales».
AUMENTO DE PRECIOS EN MEDIO DE UNA «TORMENTA PERFECTA»
La crisis que ha estallado con la guerra en Ucrania no es el único factor que afecta a este sector ya que, según ha apuntado Anfaco, la situación se agrava con una inflacción disparada, el aumento del precio de las energías y del aluminio, o los problemas logísticos. «Nos encontramos en medio de una tormenta perfecta», ha lamentado Vieites.
Al respecto, y cuestionado acerca de si la actual coyuntura se traducirá en un aumento de los precios de la conserva, ha explicado que «hay una gran presión sobre los costes» de producción y de comercialización y, si no se toman medidas «inmediatas», se acabará «trasladando» a los precios.
BALANCE DE 2021
Juan Manuel Vieites ha trasladado estas impresiones durante un desayuno informativo en el que ha presentado los principales datos del sector en 2021. Así, el pasado ejercicio se cerró con una producción de algo más de 330.000 toneladas (un 8 % menos que el año anterior), con un valor de 1.651 millones de euros (un 5,9 % menos), con lo que la caída de la facturación se estima en un 1,7 %, hasta los 10.200 millones.
El atún sigue liderando la producción tanto en volumen como en valor (más de 213.000 toneladas, con un valor de casi 840 millones de euros), seguido por los mejillones (14.778 toneladas y 124,3 millones de euros).
Con respecto a las exportaciones de productos del mar, éstas han crecido en volumen (un 7 %) y en valor (un 20 %). En concreto, la exportación de conservas y preparados de pescado y marisco ha alcanzado las 225.571 toneladas, por valor de 1.132 millones de euros, y el 59 % del total han sido conservas de túnidos.
Los principales mercados del sector, que está presente en 142 países de los cinco continentes, son Italia, Francia, Portugal, Países Bajos y Estados Unidos, mientras que el Reino Unido, que llegó a ser el cuarto país importador de productos del mar y conservas españolas, ha caído al séptimo lugar tras el ‘brexit’.
PRINCIPALES RETOS
Juan Manuel Vieites también se ha referido a los principales retos futuros de esta industria, que da empleo a 25.000 personas (el 75 % en Galicia, donde también se concentra el 88 % de la facturación), y ha subrayado que, entre esos «desafíos», está conseguir un «suministro estable de materias primas en condiciones competitivas».
Además, el secretario general de Anfaco también ha incidido en la necesidad de contar con un marco legal estable que dé seguridad jurídica a las empresas, reactivar la demanda interna, y acometer las transformaciones industriales y digitales que permiten mantener un sector sostenible y con presencia internacional.