La CIG acordó otorgar este año el Premio 8 de Mazo a la lucha desarrollada por el personal de la UCI de personas adultas del Hospital Clínico de Santiago, mientras que el premio 10 de Marzo fue a parar al conflicto del personal de la fábrica IKF de A Guarda (Pontevedra).
Tal como ha indicado la organización sindical en un comunicado, con estos reconocimientos pretende visibilizar el valor de la movilización para el avance de los derechos y para la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores.
Según el secretario xeral de la CIG, Paulo Carril, para la central sindical el 8 y el 10 de marzo son fechas «de un fuerte contenido reivindicativo» y 50 años después de las luchas obreras del 1972 «son muchos los motivos y las razones para que así sea».
«Más que nunca, reivindicamos los orígenes de dónde venimos, con el orgullo de formar parte de una historia colectiva y de una tradición sindical de lucha, que gracias a la coherencia que a lo largo de estos años mantuvimos nos llevó a ser lo que somos, la primera fuerza sindical en representación, afiliación e iniciativa social en Galicia», ha reivindicado Carril.
Él mismo fue el encargado de entregar el Premio 10 de Marzo, que reconoció la lucha de los trabajadores de la fábrica IKF que realizaron 76 jornadas de huelga en rechazo a la doble escala salarial que la empresa pretendía prolongar en el tiempo.
Por su parte, la secretaria confederal das Mulleres, Nicolasa Castro, entregó el Premio 8 de Marzo a la lucha del personal de la UCI del Clínico de Santiago, después de que durante casi cinco meses el personal, formado mayoritariamente por mujeres, llevase adelante una huelga indefinida y docenas de movilizaciones que obligó al Servizo Galego de Saúde (Sergas) a firmar un acuerdo de mejoras en las infraestructuras, de formación y para el funcionamiento de la unidad.