La investigación del naufragio del ‘Porto Freixo Dos’, ocurrido a 6 millas al noroeste de Fisterra (A Coruña) el 10 de noviembre de 2020, considera que «no es lógico» que «no saltase la alarma habiendo una entrada de agua tan importante que las bombas de achique no consiguen controlar y que da lugar al hundimiento de la embarcación en pocos minutos». Este siniestro se saldó con el rescate de los cinco tripulantes ilesos por parte del ‘Siempre Airiños’.
Según el informe que acaba de publicar la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim), no se puede determinar las causas de la inundación que provocó el hundimiento al no haberse recuperado el pecio del fondo del mar.
Sin embargo, explica que se tendría que haber activado la alarma de alto nivel de sentinas con un grado de inundación que no pueden atajar las dos bombas de achique activadas. «Que la alarma estuviese averiada o desconectada concuerda mucho más con el discurrir de acontecimientos», asegura.
Con base en el relato de los acontecimiento, sobre las 6,00 horas del 10 de noviembre de 2020 los miembros de la tripulación, «repentinamente, experimentaron un fuerte golpe a popa y acto seguido se paró el motor». Así, la embarcación sufrió una vía de agua mientras navegaba a uno de sus caladeros habituales.
El patrón advirtió que «no era posible contener la inundación con los medios de achique disponibles a bordo, por lo que decidió arriar la balsa salvavidas y pedir rescate a las embarcaciones que faenaban en los alrededores a través del VHF», para lo cual utilizó la frecuencia de trabajo de las embarcaciones de la zona. El ‘Siempre Airiños’ acudió a la zona, en donde recogió a los tripulantes y los trasladó al puerto de Fisterra.
La primera notificación recibida por Salvamento Marítimo no sucedió hasta las 6,20 horas, cuando el ‘Siempre Airiños’ ya tenía a bordo a todos los tripulantes de la embarcación accidentada.
HIPÓTESIS
Según figura en la investigación, tras pararse el motor, sólo pudo volver a arrancarse con el eje propulsor desembragado, «lo que es coherente con el enganche de un cabo o red que habría bloqueado el eje», un tipo de accidente que se da con cierta frecuencia en embarcaciones de este tipo.
No obstante, el enganche de un cabo o red en la hélice «no explicaría por sí mismo el fuerte golpe advertido por los tripulantes, que sería más propio de la presencia de un elemento rígido como un tronco u objeto semisumergido atorado entre el casco y las palas de la hélice».
Otra explicación alternativa podría ser el gripado del eje propulsor por un fallo de refrigeración en la bocina, «causando la rotura de los pernos de anclaje de la bocina al codaste, lo que habría dado lugar al fuerte golpe percibido y a la inundación»
Con todo, las embarcaciones de salvamento no avistaron ningún objeto flotante en la localización donde se produjo el hundimiento. «Por lo que no es posible establecer ninguna hipótesis definitiva» acerca del naufragio de la embarcación.