El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha alertado de las consecuencias de una transición energética «abrupta» y ha defendido la necesidad de planificación. Por su parte, el presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha pedido, en línea con lo manifestado por el titular del Ejecutivo gallego, que sea «justa» y que se tenga en cuenta el «valor estratégico» de la industria.
Lo han hecho en la jornada ‘El reto de la transición energética de las empresas de Galicia’, organizada por Repsol y por la Cámara de Comercio. Por parte de este organismo, su máximo responsable, Antonio Couceiro, demandó también que esta transición sea «equilibrada» para no «castigar» a las empresas que atraviesan un mal momento.
En su intervención, Feijóo se mostró crítico con la subida del coste de la energía, que es «tres veces mayor que en noviembre de 2020». Para el presidente de la Xunta, esto agrava «las dificultades» de algunas «industrias estratégicas para Galicia».
El dirigente autonómico mostró su malestar porque el precio sea más caro que en otros países europeos, «a sabiendas de que la electricidad concentra el 60% de los costes de la industria electrointensiva».
Sobre la jornada, expuso que le parecía «necesaria», ya que según dijo, «la frivolidad empieza a causar efectos devastadores en la economía». Para Feijóo, la problemática es todavía mayor en la industria y consideró que «un país sin industria, no es un país desarrollado». Así, alertó nuevamente de las consecuencias de una transición abrupta y su repercusión en 16.500 empleos de sectores estratégicos.
TRANSICIÓN «ORDENADA», PARA BRUFAU
Por su parte, el presidente de Repsol dijo que el tejido industrial de Galicia y España está «comprometido» con la transición energética, pero señaló que las empresas necesitan que sea «inteligente, ordenada, justa e inclusiva».
Brufau argumentó que esta transición tiene que estar apoyada en «la ciencia y la tecnología», y pidió tener en cuanto a las empresas, pymes y autónomos que son los que «soportarán los resultados de estas políticas». Por ello, solicitó a las autoridades que tomen decisiones teniendo en consideración «el valor estratégico» para la industria y «su contribución» al empleo y a la economía.
PROYECTOS DE REPSOL
Durante su intervención, Antonio Brufau expuso que desde Repsol trabajan en dos líneas de trabajo para Galicia y A Coruña. Uno de los proyectos consiste en la utilización del biogás que se obtiene en la planta de residuos de Albada para transformarlo en hidrógeno renovable, que se utilizará para la obtención de combustibles líquidos de bajo carbono. El presidente de la entidad informó que presentarán próximamente este proyecto al Ayuntamiento de A Coruña.
Por otro lado, aludió a la firma reciente del acuerdo entre Naturgy, Reganosa y Repsol para estudiar la viabilidad de un gran proyecto de reciclaje de purines y otros residuos industriales.
El proyecto será descentralizado por la geografía gallega y contará con hasta 16 plantas de tratamientos de purines y cinco grandes digestores para obtener biogás industrial para usos industriales, entre ellos en la refinería de A Coruña para la obtención de hidrógeno renovable.