Alcoa lamenta el inicio de una huelga fijado para este lunes en la planta de San Cibrao, en Cervo (Lugo), y afirma que «lo que contribuiría a la solución» en esta fábrica no es el paro «sino una verdadera solución del Gobierno al problema de la energía eléctrica».
En este sentido, en un comunicado remitido a los medios de comunicación, la multinacional se compromete «a seguir adelante con la transferencia de la planta a un tercero», pero puntualiza que «primero debe resolverse el marco energético».
«Lo que contribuiría a la solución no es una huelga, que tiene un impacto negativo para el futuro de las plantas de alúmina y de aluminio, sino una verdadera solución del gobierno al problema de la energía eléctrica», incide.
Advierte Alcoa de que «necesita claridad y certeza de que habrá un marco energético competitivo real para un potencial comprador con el fin de evitar los posibles riesgos para la compañía y para los trabajadores que conlleva desinvertir una planta inviable».
Y es que, según apunta, «todos los potenciales compradores han pedido garantías en el marco energético o un apoyo financiero muy significativo en sus ofertas».
«Si el gobierno no puede garantizar un marco energético competitivo, Alcoa está dispuesta a progresar inmediatamente con la transferencia de la planta a SEPI (sociedad estatal de participaciones industriales)», añade.
Así, mantiene su «disposición para buscar soluciones en un entorno de paz social». «El inicio de un proceso de transferencia directa solo es posible si la planta cuenta con una salida clara hacia la viabilidad financiera, lo que requiere un marco energético estable y competitivo», subraya la empresa.
En esta línea, reitera sus críticas a que «no se esté abordando el tema clave, que es la energía no competitiva» y recuerda su «voluntad de seguir trabajando, junto a los gobiernos central y autonómico, en la búsqueda de una fórmula para el posible traspaso directo de la planta a un tercero».
PROPUESTA DE FINALES DE JULIO
A este respecto, remite a la propuesta que presentó el 30 de julio «que buscaba encontrar una forma de trabajar con el Gobierno nacional, Xunta, sindicatos y representantes de los trabajadores para abordar los problemas energéticos de la producción de aluminio primario y obtener garantías sobre el precio de la electricidad».
La propuesta preveía la continuidad de las operaciones de la planta hasta el 31 de julio de 2022 «para dar tiempo a encontrar una solución sobre la energía». «Una vez resuelto este problema, Alcoa emprendería un nuevo proceso de traspaso de la planta, previa confirmación expresa de la solvencia de un comprador a través de instrumentos del Estado, conforme había ofrecido la Ministra de Industria, Comercio y Turismo», indica.
«MÁS DEL TRIPLE»
Alcoa insiste e que la planta de aluminio de San Cibrao «no es viable debido al marco energético poco competitivo en España». Actualmente, según señala, paga un precio medio anual de en torno a 95 euros por MWh, «más del triple de lo que paga la compañía en cualquier otra planta de aluminio del mundo».
«Incluso con los precios del aluminio en máximos de 10 años, la planta de aluminio de San Cibrao sigue siendo inviable debido al precio de la electricidad», manifiesta el vicepresidente ejecutivo y director comercial global de Alcoa, Tim Reyes.