El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quiere que los líderes de la Unión Europea «lancen el debate» en su próxima cumbre de octubre sobre una posible reforma del mercado energético para hacer frente a la volatilidad de los precios que ahora registran una subida sin precedentes.
Así lo ha adelantado en declaraciones a la prensa en Bruselas el secretario de Estado para la UE, Juan González-Barba, quien ha explicado que el objetivo de España es que se analice «cuáles son las causas del actual repunte de los precios» y qué elementos del actual marco normativo para la fijación de los precios del mercado energético «es susceptible de una mejora» si se aborda a nivel europeo.
Sánchez ya planteó el pasado viernes a algunos de sus colegas europeos la necesidad de este debate, cuando se vio con los líderes de los países mediterráneos de la UE, y González-Barba lo ha discutido también con otras delegaciones socialistas durante una reunión de ministros del Partido Socialista Europeo previa al Consejo de ministros de Asuntos Generales de la UE que se celebra en Bruselas.
En ambos casos, ha dicho el secretario de Estado, la petición de lanzar el debate ha sido recibida positivamente por otros países, aunque queda por ver cuáles son las posiciones de cada Estado miembro cuando se aborde la cuestión de manera formal si finalmente el asunto se incluye en la agenda del Consejo europeo.
España quiere que la base de la discusión sea la carta que el lunes remitieron a la Comisión Europea las vicepresidentas de Asuntos Económicos y de Transición Ecológica, Nadia Calviño y Teresa Ribera, respectivamente, en la que apuntan la necesidad de reformar el funcionamiento del mercado mayorista de electricidad y proponen la creación de una plataforma centralizada que se compre gas con el objetivo de como forma de reducir la dependencia del bloque mediante la generación de reservas.
En el texto, Calviño y Ribera Calviño y Ribera reclaman una solución comunitaria a la subida «sin precedentes» del precio de la luz, al tiempo que advierten de que la situación actual pone en riesgo tanto la recuperación económica como la transición verde de la UE.
«Creemos que si las reglas del juego se establecen a nivel europeo, las soluciones también deberían», señala la carta, que apunta también que la Comisión Europea «debería tener el objetivo de aumentar la certidumbre» del sistema a través de un «conjunto flexible de directrices» que «ofrezcan a los Estados miembros diferentes opciones para amortiguar el efecto de incrementos repentinos en los precios de la energía».
La carta subraya también que «muchos» países de la UE «están empezando a sentir el impacto de este aumento sin precedentes de los precios de la energía» y recuerdan que España «ha adoptado un conjunto de medidas de emergencia» teniendo en cuenta «los límites del marco legal de la UE».
FUENTE DE NUEVAS PROTESTAS
En este contexto, Calviño y Ribera añadieron a la carta un documento informal con ideas para «enmarcar el necesario debate» que se debe desarrollar a nivel europeo, en el que desarrollan algunas de las ideas.
En este segundo texto, España señala que el escenario actual «no es sólo un problema nacional» sino que también tienen «una dimensión europea» porque el marco legal comunitario «está perdiendo credibilidad».
A esto se añade que los altos precios y la volatilidad del mercado son «políticamente insostenibles» y «la situación puede provocar protestas» contra las iniciativas que reducen el uso del carbón en la UE similares a la de los ‘chalecos amarillos’ en Francia.